17.- De noche

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Les prepare el futon matrimonial de mis padres a Shoko y a Satoru en mi habitación, pero ellos solo me miraron con desagrado y luego de asco entre ellos.

-Dormiras en el suelo- dijo rápidamente Shoko amenazante hacia Satoru y yo solo rei por ellos, luego me fui a ver a mi abuela, pero por fuera se veian las luces apagadas asi que me fui a preparar el mio en la habitacion de mi pequeño bebé, pero Satoru aparecio para ayudarme rápidamente sin decirme nada, ninguno dijo algo asi que me fui a bañar, necesitaba descansar después de un dia tan ajetreado.

Mi panza destacaba desde afuera del agua de la tina y el calor del agua me relajo un poco mis hombros de tanto estrés que contenian. Me quedaba al rededor de una semana de embarazo, no tenia casi nada de contracciones, pero sabia que en el momento que mi bebé quisiera llegar aquellas contracciones partirian en demasia, solo esperaba que cuando llegara el momento poder acudir a tiempo al hospital.

Mire el techo suspirando cansada, mis preocupaciones eran tantas que no sabia como lidiar con ellas. Como que Satoru era un puto dolor de cabeza, no sabia exactamente cuales eran sus intenciones con mi bebe, lo reconoceria? se haría cargo monetariamente? o seria un verdadero padre con él? Y eso afectaria con lo que estuviera pasando en el mundo de la hechiceria? o podremos vivir con tranquilidad junto a Okasan? Y Okasan, que realmente estaba ocultando? cual era su estado de salud real? Las veces que fui a verla al hospital nadie queria darme respuestas de su verdadero estado, ni el medico, solo me decian que habia sido una simple descompensación, pero sabia bien que no era solo eso, entonces porque me lo ocultaba? Eran muchos dolores de cabeza en tan poco tiempo que me vinieron unas pequeñas contracciones, sabia que aun no era el momento, era simplemente por estres. Acaricie mi barriga y le cante una nana a mi pequeño Ren logrando bajar las contracciones y sintiendo el movimiento de él dentro de mi hasta que la canción termino.

De repente la puerta se abrio y se cerro rápidamente dejando a un hombre dentro del baño mirandome atentamente.

-Que haces aqui?!-dije bajito, ya que no quise gritar porque podria despertar a Okasan. Y rápidamente me tape con las manos, pero no eran suficientes para mi abultado pecho ni para mi gran barriga.

Él se acerco atento, se sento en el borde de la tina y paso un dedo por mi mejilla con total cariño.

-Satoru!-grite en un susurro, mis labios tiritaban.

Él paro su dedo instantáneamente.

-Por favor solo dejate llevar-dijo suplicante. Se saco sus lentes, dejando al descubierto sus hermosos ojos dispares y me miro intensamente con la boca levemente abierta.

Luego su mano bajo lentamente por mi mejilla, su toque me ponia nerviosa, luego paso por mi cuello haciendome pequeñas cosquillas alli, siguio bajando por mis pechos tocando mas de la cuenta, especialmente mis pezones, logrando que mi respiración se agite un poco y apretara mis labios por el deseo. Luego su mano bajo hasta mi barriga y se paro alli mirando atentamente los movimientos de mi bebé. Sus ojos estaban brillosos y aunque no dijera nada podia sentir la emoción de él palpable en su actuar. Mi pequeño Ren estaba energético, tiraba distintas patadas hacia afuera casi como si reconociera a su padre, pero repentinamente la mano de Satoru salio de mi barriga, se dio media vuelta y salio rápidamente del baño dejandome totalmente desconcertada.

Me fui a la cama con cansancio y sin dejar de pensar en Satoru, que es realmente lo que queria?

Trate de dormir pero me era difícil sabiendo que él estaba a una habitación de distancia, aun podia sentir el calor de su mano en mi cuerpo. Ademas me entro la duda de que estaria pasando en aquella habitación entre Satoru y Shoko, ella era mi amiga y él un Playboy, entonces podria acaso pasar algo entre ellos debido a las circunstancias? y ahora que lo pensaba, realmente nunca habia pasado algo entre ellos en el pasado? les estaba entregando la oportunidad casi "en bandeja de oro" y eso me hacia sentir un poco celosa y culposa, al fin y al cabo yo habia dicho que eran pareja en la cena. Quizas los estaba juzgando mal, pero eso no evitaba tener un mar de dudas en mi cabeza.

Nueva facetaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora