24.- Cerezos

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A la mañana siguiente, Satoru se comportaba como si nada hubiera pasado, jugo con Ren, hizo enojar a mi abuela como siempre lo hacia y me manoseo cada vez que tenía oportunidad, pero yo podia sentir que aquella herida de ayer aun estaba fresca, algo en él me lo decia.

Por la tarde con Ren durmiendo la siesta y mi abuela en casa de la señora Miura, lo aborde con mayor tranquilidad.

-Satoru..-este estaba viendo videos chistosos en su celular mientras comia una barra de chocolate sentado en el sofá.

-Dime..-dijo sin dejar de mirar su celular, pero podia notar que aquello era una fachada.

-Dime como estas por lo de ayer..-y me sente a su lado.

Este bloqueo su celular y apoyo su cabeza en mis piernas.

-Ya mas tranquilo-dijo mirando el techo.

Yo acaricie su cabello y este cerro los ojos dejandose mimar.

-Recuerda que ya no tienes que guardarte lo que sientes..-dije maternalmente pasando lentamente mis dedos por su sedoso cabello.

-Lo sé, sólo.. fue choqueante saber finalmente como fue-dijo sin abrir los ojos aun-pero me alegro que haya habido alguien que la defendiera.

Se sentía genuina aquella tranquilidad mental y fisica.

-Utahime..

-dime..

-No me dejes nunca.

-No lo hare-y me acerque a besar sus labios suavemente siendo rápidamente correspondida.

Aquella noche volvimos a tomar el espejo, pero esta vez preguntamos aquella duda imperativa que teniamos.

-Muestrame quien ha mandado las maldiciones a nuestro hogar-Pregunto Satoru.

El espejo mostro al padre de Satoru conversando con Genzo y entregandole una llave. Luego aparecio la imagen de Genzo en una bóveda inmensa y sacando distintos objetos. La imagen volvio a cambiar con Genzo y otro hombre mas enterrando los objetos en distintos lugares del pueblo. Y finalmente la imagen cambio con Genzo y el mismo otro hombre sacando el sello de los distintos objetos provocando que aparecieran las maldiciones.

-Kaworu decia la verdad...-dijo Satoru totalmente serio.

-Hay que atrapar a Genzo y al otro tipo para interrogarlos por si aun quedan objetos malditos enterrados en el pueblo..-dije pensativa.

-Yo me encargare mañana-dijo Satoru guardando el espejo en la caja y luego en el armario.

-Lo dejaras junto con tus dulces escondidos?-dije alsando una ceja.

-Jajaj ya los encontraste jajaj

-no son los unicos, tambien encontre los que estaban detras de los juguetes de Ren.

-diablos!

-Ya ven a dormir, hare como que no recuerdo esos dulces a cambio que tambien vaya contigo por lo de Genzo y tu Padre.

Él se acosto al lado mio abrazandome.

-Cómo sabes que voy a ver a mi padre?

-No es obvio..?

A la mañana siguiente dejamos encargado a Ren con Kenji y mi abuela en el santuario para ir a ver lo de Genzo, pero mi abuela creyo que iriamos a otros planes, por lo que cuando nos estábamos llendo, me dijo sin ninguna vergüenza que "nos cuidaramos ya que la casa no alcanza para otro integrante", haciendome sonrojar inmediatamente y tironeando a Satoru para tratar de alejarme del lugar rápidamente con vergüenza, pero Satoru respondio que "tenia suficiente dinero para ampliar la casa entera si necesitabamos" y se carcajeo de la situacion sin avanzar el paso dejandome totalmente avergonzada entre la atenta mirada de mi abuela y de él.

Nueva facetaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora