19.- Abrazo

122 6 5
                                    

Los meses pasaron y el pequeño Ren crecio enormemente, ahora gateaba por todos los rincones de la casa energéticamente, si antes alababa los genes de Satoru ahora los odiaba porque nuestro pequeño Ren era ya un maestro del escapismo, donde fuera que lo dejaba, en un abrir y cerrar de ojos ya habia desaparecido y muchas veces me hizo tener mas de un dolor de cabeza buscandolo por todos lados, mientras que Satoru solo se reia de las ocurrencias de nuestro pequeño hijo. A veces ellos dos se coludian y escondian dulces en distintos rincones sin que yo supiera donde, pero mas de alguna vez los habia pillado comiendolos a escondidas para retarlos por comer tanta azucar, especialmente en un bebé. Mi abuela solia mirarnos cuando aquello pasaba y se carcajeaba porque siempre terminaba con Satoru con la boca llena de dulces corriendo con Ren en los brazos, quien se carcajeaba porque me veia persiguiendolos por la casa para retarlos.

-Okasan, necesito hablar contigo-le dije a mi abuela un dia que Satoru habia salido  con Ren a comprar al minimarket. Habia pensando por mucho tiempo como abordar el tema esperando que ella me lo contara pero aquello nunca llego, por lo que al pasar el tiempo decidi que era yo quien lo haría.

-Dime hime-mientras cambiaba de canales en la televisión.

-Ya se lo que tienes..

Ella suspiro desanimada y apago la televisión para mirarme con amabilidad.

-Porque no me lo dijiste antes?-dije mirando mis manos-mi corazon se estrujo a pesar que lo habia meditado infinidades de veces como abordarlo.

-Estabas embarazada, no queria preocuparte.

-Okasan, tienes cancer de estomago hace dos años, hace dos años no estaba embarazada-dije mirandola fijamente

-si, bueno...-ella miro por la ventana como si mirara a la nada-tenia miedo de herirte, la noticia claramente haria que vinieras a mi y haria que abandonaras tus sueños alla después de tanto que
te habian costado.

-Si hubiera venido por ti! pero no habría abandonado mis sueños!

-hime, te conozco desde nacida, sé que lo hubieras hecho. Dime que tanto abandonaste por Ren..?-me dijo fijamente a los ojos.

Y me quede callada.

-Tu mereces cumplir todos tus sueños y ser feliz mi niña, independiente de lo que le pase a esta vieja cascarrabias-dijo con una sonrisa triste.

No pude evitar sollozar y ella abrio los brazos para que yo la abrazara con tristeza.

-Por favor no te vayas Okasan..-dije entre sollozos.

-Tendre que hacerlo un dia mi niña, es inevitable-me acaricio la cabeza y me canto una nana como cuando tenia cinco años.

Aquel dia llore tanto en los brazos de mi abuela que quede con los ojos totalmente hinchados y rojos y cuando Satoru llego con Ren se preocupo tanto que no me dejo hacer absolutamente porque me abrazaba en todo momento incluso después de mis reclamos al horario de la cena, haciendo que mi abuela se riera de las ocurrencias de Satoru y lo que provocaba en mi.

-Iori sensei!-escuche a lo lejos en la calle, mientras Iradori agitaba sus manos alegre, seguido de Ijichi totalmente apenado, Shoko, Fushiguro, Okkotsu, Maki Zenin, Noritoshi, Inumaki, Panda,
Kugisaki, Aoi, Momo y Miwa.

Me acerque a soludarlos feliz de que pudieran venir.

Entraron a mi casa un poco avergonzados, excepto por Itadori, Aoi y Shoko quien ya la conocía. Se sentaron donde pudieron ya que eran demasiados para la pequeña sala sin saber exactamente que esperar, a excepción de Ijichi y Shoko, quienes se sentaron en un rincon atentos al actuar de los mas jóvenes.

Nueva facetaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora