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⸻ Sinopsis !
Oliver es llevado por su hermana Mabel a un meet n' greet con el elenco principal de 'Percy Jackson and the Olympians'. Aunque Oliver no está interesado en la serie, acepta ir, esperando al men...
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— Walk's pov ⸻( 🌊 ) —.
Me desperté con una sensación extraña, no sabía... ah, claro, estaba en la cama de Mabel, sin Mabel. Dormir encima de Mabel no era cómo me imaginaba, era cómodo. Me sentía calentito, seguro.
Me senté en la cama, frotándome los ojos. Había demasiada luz, todo por culpa de la ventana, que está orientada al este, o sea, al sol. Miré el reloj de la mesita de noche; era más tarde de lo que esperaba. Aún medio dormido, decidí conocer en persona (y formalmente) a la familia de Mabel.
Me levanté de la cama, estirando mis brazos, tratando de despejarme. Caminé con cuidado hacia el salón.
Al abrir la puerta: olor a café y a tostadas. Me había olvidado que el padre de Mabel llevaba una cafetería, debe ser increíble despertarse con el aroma de una cafetería en tu casa.
Ahí estaban, Sophia y Thomas Carroll, los padres de Mabel. Y claro, su hermano, Oliver.
—¡Buenos días, Walker! —me saludó Sophia, con una gran sonrisa desde la barra de la cocina.
—¿Dormiste bien? —me preguntó Thomas, mirándome con curiosidad.
«Más que bien, genial» podría funcionar. «La mejor noche de mi vida» es un poco arriesgado...
—Sí, muy bien, gracias —respondí, sentándome en un taburete.
Mabel, aparece ya, por favor.
Sophia sonrió, dándome la sensación de que estaba encantada de verme.
—Toma —dijo Thomas, dándome una taza y unas tostadas—. Ah, no te he preguntado, ¿te gusta el café? Si no te gusta no te preocupes...
—No, no —le interrumpí—, me gusta el café, viene bastante bien... —me detuve cuando escuché el sonido de una puerta abriéndose.
Era Mabel. Tenía el pelo húmedo, llevaba una camiseta grande, que parecía de la cafetería de su padre, sobre todo porque llevaba el nombre del local en el pecho.
—¡Buenos días! —exclamó, y de inmediato se acercó a mí, dándome un beso rápido en la mejilla, lo que hizo que mi corazón se acelerara un poco. Se sentó a mi lado, acercando más su taburete al mío.
—Buenos días, Mabie —respondí, sintiendo una sonrisa enorme en mis labios mientras ella se acomodaba a mi lado.
Antes no me creía eso de «la presencia de alguien ilumina cualquier lugar», pero eso fue antes de conocer a Mabel. Acababa de entrar y me sentía bien, feliz.
