El despertador suena una vez más y por fin me levanto a apagarlo, el clima está helado hoy, está extrañamente muy silencioso, lo único que se escucha es uno que otro carro pasando.
Hago mi rutina diaria de aseo y busco en mi armario ropa cómoda, escojo una falda negra que llega hasta las rodillas y un buzo rojo con capucha.
Me preparo rápidamente unos cereales y salgo directamente a la puerta, apenas llegué al parque para pasar el rato, unas gotas de lluvia empezaron a caer, me pongo la capucha y vuelvo a mi casa debido a que la lluvia arruinó los planes que tenía para hoy.
Vuelvo empapada a mi casa y me pongo una camisa deportiva roja y negra y una sudadera negra, apenas me acuesto en la cama mi celular cae al suelo, este día no podría ser peor.
Me la paso viendo vídeos en Youtube hasta que la lluvia por fin cesa, en eso me llega un mensaje en WhatsApp, emocionada de que alguien por fin me hable lo abrí para darme cuenta que era un mensaje de Movistar, apago el teléfono y lo pongo en la cómoda.
Tres Doritos después. Estaba observando fijamente el techo hasta que alguien toca el timbre, a paso lento salgo y veo que es un repartidor con dos cajas, las agarro y mientras las llevaba a la mesa una se cae.
Abro la caja que se cayó y era un vaso de cristal que había ordenado, estaba todo roto, más tarde pediría un reembolso si es que me lo dan. La segunda caja olía a notas cítricas, florales y un leve olor herbáceo, adentro había una pequeña maceta con gardenias blancas como la nieve y lavandas de un morado intenso.
Al lado de la maceta hay una carta hecha a mano.~ Sophia, quiero tenerte cerca
Estás en mi mente desde esa vez
Cuando te quisiste acercar
Y mírarme por primera vezSophia, quédate a mi lado
Estás en mi mente como una droga
El cielo ayuda a los pobres enamorados
Quienes tienen un aura rosaNo quiero tu amistad
Quiero poder besarte
Hasta que no quede nada más
Y a tu lado quedarme-A ~
Leo la carta con la cara roja mientras huelo detenidamente las flores, en eso unos pequeños rayos de sol empiezan a alumbrar por la ventana. Ya sabía quién le había mandado eso, fue a por su teléfono y escribía algo mientras se cambiaba a una falda a cuadros roja y negra y un buzo negro sin capucha.
Sale rápidamente de la casa hacía el parque y poco después se encuentra con un chico para pasar el rato, después de todo el día no terminó tan mal.