Levanto la mirada al cielo, era completamente azul como si estuviera pintado en paint, el clima parecía bastante fresco y tranquilo.
Paso por la joyería para recoger el collar de 15 años de mi hija, no puedo evitar soltar unas cuantas lágrimas, era una ocasión muy especial
Mientras camino siento un olor nostálgico, frambuesas y rosas, con un toque de madera de sandalo, inconscientemente entro a la tienda, era una florería muy colorida.
Una amable mujer me saluda, después de una pequeña conversación me convence de comprar unas iris azules, era la flor del olor que me hizo entrar.
Mientras más me acerco a mi objetivo más frío se hace el día, era raro lo silencioso que se había puesto todo. A mis pies cae un folleto de un lugar conocido por caer mucha nieve, nosotros antes vivíamos ahí, cuando ella cumplió 14 decidí que lo mejor sería mudarnos a este lugar, apesar de que no estaba muy de acuerdo, acepto, por lo que decidimos ir a esquiar por última vez, yo la iba a recoger después de trabajar.
Sacudo la cabeza intentando olvidar el pasado, una imagen mental no solucionaría nada, las risas de los niños me hacen entrar en razón nuevamente, todos juegan con sus padres en el parque felizmente, excepto uno que está sentado en una esquina observando un pájaro, era mi sobrino. Apenas me ve, corre hacia mi y me toma la mano, lo acompaño hasta la casa de mi hermano y vuelvo a caminar hasta mi objetivo.
Sigo caminando hasta llegar al lugar, entro sigilosamente y paso por el desolado lugar, paro al frente de... ... ...
Pongo las flores en la pequeña jarra con agua y a... Ella... Le pongo el collar, apenas lo hago el recuerdo anterior vuelvo a mi mente, salía emocionado del trabajo para recoger a mi hija, cuando llegué y la intenté llamar, nadie respondió, la encontré en las escaleras para el segundo piso...
Las escaleras eran largas e inclinadas, siempre quise cambiarlas. Al parecer se había resbalado, estaba tirada en el piso con la cabeza abierta...
Sacudo mi cabeza intentando olvidar eso, miro tristemente la tumba enfrente mío, unas cuantas lágrimas empiezan a salir.
Llorar no la traerá de vuelta...
