══━━━━✥𝐩𝐫𝐨𝐭𝐞𝐜𝐜𝐢𝐨𝐧✥━━━━══

"𝗙𝗢𝗨𝗥"

El resto del día transcurrió en una bruma para Jisung. No podía dejar de pensar en lo que había sucedido en el pasillo. Aunque Jimin había intervenido y evitado que las cosas llegaran a algo peor, la sensación de impotencia lo seguía consumiendo. Había prometido que se volvería más fuerte, que aprendería a defenderse, pero en ese momento se dio cuenta de lo lejos que estaba de lograrlo.

Cuando la última campana sonó, indicando el fin del día escolar, Jisung no perdió tiempo y salió rápidamente del edificio. Caminó con pasos apresurados, deseando llegar a casa y ver a Minho. Quería hablar con él, contarle lo que había pasado, pero al mismo tiempo, sentía que lo estaba decepcionando. ¿Cómo podía enfrentar a su Alfa después de demostrar, una vez más, que no podía protegerse?

El sol comenzaba a ocultarse cuando finalmente llegó a la casa de Minho. Entró sin llamar, como solía hacer, ya que Minho le había dado una copia de la llave hacía mucho tiempo. La casa estaba en silencio, salvo por los suaves sonidos de la televisión encendida en el fondo. Jisung se quitó los zapatos y se dirigió a la sala, donde encontró a Minho en el sofá, cubierto con una manta y una taza de té en la mano. Su rostro se iluminó al ver a Jisung entrar.

-Hey, Sungie- dijo Minho con una sonrisa débil -¿Cómo estuvo la escuela?-

Jisung intentó devolver la sonrisa, pero fracasó miserablemente. Sintió cómo la tensión en su cuerpo, que había estado conteniendo todo el día, finalmente comenzaba a liberarse. Sin decir una palabra, se acercó al sofá y se dejó caer a su lado, apoyando la cabeza en el hombro de Minho.

Minho frunció el ceño, notando de inmediato que algo no estaba bien, dejó la taza de cafe en la mesa y envolvió un brazo alrededor de su Omega, atrayéndolo más cerca.

-¿Qué pasó?- preguntó en voz baja, su tono lleno de preocupación.

Jisung apretó los labios, queriendo encontrar las palabras correctas. Había estado repitiendo en su cabeza lo que quería decir, pero ahora, al estar junto a Minho, la culpa y la tristeza lo abrumaban.

-Me… me volvieron a molestar hoy -murmuró, su voz apenas un susurro.

Minho se tensó inmediatamente, y aunque no dijo nada de inmediato, Jisung sintió cómo el cuerpo de su alfa se ponía rígido.

-¿Quiénes? -preguntó Minho, su voz más baja, pero cargada de una ira contenida que hizo que el corazón de Jisung se acelerara.

-Hyunwoo y sus amigos -continuó Jisung, tragando con dificultad-. Me encontraron en el pasillo. Sabían que estabas enfermo y aprovecharon para molestarme… No me hicieron daño, pero… fue horrible. Sentí que no podía hacer nada, y por un momento pensé que... bueno, que las cosas se pondrían mucho peor-

Minho apretó los puños, claramente molesto por la situación, Jisung lo conocía lo suficiente para saber que Minho estaba conteniendo su ira, intentando no explotar frente a él. Lo último que Minho quería era asustarlo o hacer que se sintiera más vulnerable de lo que ya se sentía.

-¿Y qué hiciste?- preguntó Minho, su tono suave, pero con un tinte oscuro.

-No… no pude hacer mucho- admitió Jisung, sintiendo la vergüenza crecer en su pecho. -Pero alguien intervino antes de que las cosas empeoraran. Un Alfa de tu clase, creo que se llama Jimin, los hizo retroceder. Si no hubiera estado allí… no sé qué habría pasado-

El silencio que siguió a sus palabras fue espeso. Jisung podía sentir el peso de la preocupación de Minho, pero también su enojo. No hacia él, sino hacia los Alfas que lo habían atacado. Después de unos largos segundos, Minho habló de nuevo.

-Odio que tengas que pasar por esto -dijo Minho, su voz suave pero cargada de emociones -Me duele que sientas que no puedes defenderte, y me enoja que haya gente que piense que está bien hacerte esto solo porque eres un Omega-

Jisung se apartó un poco, levantando la mirada para encontrarse con los ojos de Minho.

-Pero, Minho…- empezó, su voz temblorosa -¿y si tienes razón? ¿Y si soy débil?-

Minho lo miró, sorprendido. El dolor en los ojos de su Omega lo atravesó, pero lo que más le dolía era escuchar esas palabras salir de su boca.

-No eres débil- dijo Minho con firmeza  -Nunca lo has sido, y no quiero que pienses eso ni por un segundo. El hecho de que necesites ayuda a veces no te hace débil. Yo también necesito ayuda a veces, y no hay nada de malo en eso-

Jisung bajó la mirada, sin estar completamente convencido.

-Pero tú siempre estás ahí para protegerme. Y yo… no pude hacer nada hoy. Ni siquiera logré defenderme. Solo me quedé allí, asustado-

Minho suspiró, pasando una mano por el cabello de Jisung, acariciándolo suavemente.

-Es normal tener miedo, Sungie. No tiene nada de malo sentirlo. Y sé que quieres ser más fuerte, pero la fuerza no siempre se mide por la capacidad de pelear. A veces, ser fuerte significa saber cuándo aceptar ayuda- Hizo una pausa y luego añadió -No tienes que cargar con todo tú solo. Estamos juntos en esto, y no importa cuántas veces necesites que te defienda, estaré allí-

Jisung sintió una punzada de alivio ante las palabras de Minho, pero aún había algo dentro de él que no lo dejaba descansar. Se removió ligeramente en su lugar antes de hablar de nuevo.

-Pero no quiero que siempre tengas que salvarme. Quiero ser capaz de enfrentar a gente como Hyunwoo por mí mismo, para que no tengas que preocuparte todo el tiempo-

Minho sonrió con ternura y le dio un suave apretón en el brazo.

-Si eso es lo que quieres, te ayudaré. Puedo enseñarte a defenderte, si es lo que deseas. Pero no tienes que hacerlo solo. No se trata de que tengas que probar algo, ni a mí ni a nadie. Solo quiero que seas feliz y te sientas seguro, con o sin mi ayuda-

El menor sintió que sus ojos se llenaban de lágrimas. El amor y la comprensión de Minho eran todo lo que necesitaba en ese momento, y aunque las dudas aún lo asaltaban, sabía que no estaba solo en esta lucha.

-Gracias, honnie- susurró, acercándose más y envolviéndolo en un abrazo -No sé qué haría sin ti-

Minho lo abrazó de vuelta, apretándolo contra su pecho, como si quisiera transmitirle toda su fuerza y amor a través de ese contacto.

-No tienes que agradecerme. Siempre estaré aquí para ti, Sungie. No importa lo que pase... Creo que conozco a ese tal "Jimin", es nuevo, llego hace una semana, es bastante amable, aunque da miedito, cuando se me acerco me asuste, pero no paso nada, incluso me pidio ser su amigo- murmuro el Alfa, haciendo que al menor se le saliera una suave carcajada.

Se quedaron así por un buen rato, abrazados en el sofá, con el calor de sus cuerpos proporcionando el consuelo que ambos necesitaban. Aunque Jisung sabía que aún tenía un largo camino por recorrer, en ese momento, en los brazos de Minho, todo parecía un poco más llevadero. Sabía que, con el tiempo, encontraría su propia fortaleza, y mientras tanto, siempre tendría a Minho a su lado. Y eso, por ahora, era suficiente.

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Aprovecho para decirles q vayan a leer mis otras historias! 💖