"𝗘𝗫𝗧𝗥𝗔 ②"

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El día más esperado por Minho y Jisung finalmente había llegado. El sol brillaba intensamente sobre el jardín donde se celebraría la ceremonia, y el aire estaba impregnado de un aroma floral que creaba un ambiente mágico. Amistades y familiares se habían reunido, todos ansiosos por ser testigos del amor que habían cultivado Minho y Jisung a lo largo de los años.

Jisung se encontraba en una pequeña sala de preparación, nervioso pero emocionado. Vestido con un elegante traje blanco, su corazón latía con fuerza mientras miraba su reflejo en el espejo. Felix, su mejor amigo y padrino de bodas, estaba a su lado, ajustando el lazo de su camisa.

-Te ves impresionante, Ji- dijo Felix, sonriendo ampliamente -Minho no podrá quitarte la mirada de encima-

Jisung dejó escapar una risa nerviosa, sintiendo un cosquilleo en el estómago. -No puedo creer que esto esté sucediendo. ¿Realmente voy a casarme con él?-

Felix asintió, lleno de orgullo. -Sí, y te lo mereces. Estás destinado a estar con él-

Mientras tanto, Minho, vestido con un impecable traje negro, esperaba en el altar, su corazón acelerado y la emoción palpable en su mirada. Cuando finalmente vio a Jisung aparecer al final del pasillo, todo lo demás desapareció. La belleza de su Omega iluminaba el lugar, y el amor que sentía por él llenó su ser. Jisung se veía radiante, y en ese instante, supo que este sería el mejor momento de su vida.

Cuando Jisung llegó al altar, ambos se tomaron de las manos, sintiendo una conexión profunda que iba más allá de las palabras. El oficiante comenzó la ceremonia, pero para ellos, el momento más esperado eran los votos que se intercambiarían.

Minho fue el primero en hablar, su voz resonando con sinceridad y emoción.

-Jisung, desde que te conocí, mi vida cambió para siempre. Nunca imaginé que una sola persona pudiera transformar tanto mi mundo. Tu risa ilumina mis días y tus ojos son el refugio en el que siempre quiero estar. En ti, he encontrado un amor que nunca supe que necesitaba, una compañía que me hace mejor y un compañero con quien quiero compartir cada experiencia. Prometo amarte y respetarte en cada momento, en las alegrías y en las dificultades. Prometo ser tu apoyo incondicional en tus sueños, tu compañero en cada aventura y tu refugio en las tormentas que podamos enfrentar. Eres mi hogar, mi ancla en esta vida, y siempre estaré a tu lado, cuidando de ti, incluso cuando los tiempos sean difíciles. Juntos, construiremos un futuro lleno de amor, risas y memorias inolvidables. No hay nada que desee más que hacerte feliz, y hoy te elijo, una y otra vez-

Las lágrimas de emoción brillaron en los ojos de Jisung mientras escuchaba cada palabra de Minho. Cuando fue su turno, Jisung tomó un profundo respiro, sintiendo la carga de su amor por Minho y la promesa de un futuro juntos.

-Minho, en ti encontré un amor que transforma todo a su alrededor. Me has mostrado lo que significa ser verdaderamente amado y apoyado. En cada rayo de sol que ilumina mis días, veo tu reflejo. Prometo estar a tu lado en cada paso del camino, compartir mis sueños contigo y animarte en cada meta que busques alcanzar. Prometo reír contigo en los días soleados y ser tu consuelo en las noches oscuras. Me comprometo a escuchar y aprender de ti, a ser tu compañero y tu mejor amigo, y a crear un hogar lleno de calidez y amor. Sé que enfrentaremos desafíos, pero en esos momentos, prometo ser tu fuerza. Eres mi vida, mi amor, y no hay nadie con quien prefiera estar. Hoy y siempre, elijo amarte incondicionalmente, en cada pequeño gesto y en cada gran momento que compartamos-

Con cada palabra, la emoción en el aire se intensificaba. Ambos se miraron con ternura, sintiendo la profundidad de sus promesas. Cuando intercambiaron las alianzas, cada pequeño gesto simbolizaba el compromiso y el amor que se habían prometido. Finalmente, el oficiante los declaró esposos, y Minho, con una sonrisa radiante, se inclinó para besar a Jisung, un beso que sellaba su unión y que prometía un futuro lleno de felicidad.

Para su luna de miel, Minho y Jisung eligieron una cabaña apartada junto a un lago, rodeada de naturaleza y tranquilidad. Era el lugar perfecto para desconectarse del mundo y disfrutar de su tiempo juntos como recién casados. La cabaña estaba decorada con calidez, con una chimenea que crepitaba suavemente y grandes ventanales que ofrecían vistas impresionantes del lago y de las montañas a lo lejos.

Al llegar, se acomodaron en el sofá, abrazados, disfrutando del calor del fuego que chisporroteaba suavemente. Jisung miraba por la ventana, viendo cómo el sol se reflejaba en el agua.

-Jisung, no puedo creer que ya estemos casados- susurró Minho, dejando un suave beso en la cabeza de su esposo.

-parece un sueño- respondió Jisung, sintiendo una profunda felicidad al estar a su lado.

Los días de su luna de miel fueron una mezcla de exploración y momentos de conexión. Paseaban por la orilla del lago, admirando la belleza natural y disfrutando de la compañía del otro. Compartían risas, miradas cómplices y gestos de ternura, cada momento reforzando el vínculo que habían creado a lo largo de los años.

Una tarde, después de un día lleno de actividades al aire libre, regresaron a la cabaña cansados pero felices. Se acomodaron en el sofá junto a la chimenea, donde el calor creaba un ambiente acogedor. Minho, con una sonrisa traviesa, se giró hacia Jisung.

-¿Qué te parece si hacemos algo especial esta noche?- sugirió, su mirada llena de complicidad.

Jisung sonrió, sabiendo exactamente a lo que se refería. La tensión entre ellos había crecido a lo largo de la luna de miel, y esa noche sentían que era el momento perfecto para dejarse llevar.

Mientras el fuego iluminaba la habitación, la atmósfera se volvió más íntima. Se miraron a los ojos, y sin necesidad de palabras, supieron que estaban listos para dar un paso más en su relación. Se acercaron lentamente, y sus labios se encontraron en un beso suave que rápidamente se tornó más apasionado.

La noche se llenó de momentos intensos y cálidos, donde se dejaron llevar por sus emociones y su deseo. Fue un encuentro que consolidó aún más su amor, una experiencia que atesorarían para siempre.

Al día siguiente, mientras el sol comenzaba a asomarse, Jisung se despertó acurrucado en los brazos de Minho, sintiendo una satisfacción plena. Minho, aún medio dormido, lo atrajo más cerca, dejando un beso suave en su frente.

-No quiero que esto termine nunca- murmuró Jisung, disfrutando del calor y la seguridad que le ofrecía su esposo.

-No tiene por qué terminar- respondió Minho, acariciando su espalda con ternura -Esta es nuestra vida ahora, juntos. Todo lo que venga, lo enfrentaremos como siempre, uno al lado del otro-

Jisung sonrió, sintiendo una profunda conexión con Minho. Sabía que, sin importar lo que sucediera, siempre estarían juntos, apoyándose mutuamente. Habían encontrado su felicidad, y mientras siguieran caminando de la mano, podrían enfrentar cualquier desafío que se presentara en el camino.

La luna de miel continuó llena de momentos de calma, amor y conexión. Minho y Jisung estaban listos para volver a casa, preparados para comenzar su nueva vida como esposos. Mientras salían de la cabaña, sintieron que el mundo que les esperaba estaba lleno de oportunidades y aventuras, y que juntos podrían lograrlo todo.

══━━━━✥𝐩𝐫𝐨𝐭𝐞𝐜𝐜𝐢𝐨𝐧✥━━━━══Donde viven las historias. Descúbrelo ahora