Cierto día se encontraba una hermosa ave en pleno vuelo, tenía que emigrar hacia un lugar donde aun hubiese primavera, entonces escucho a lo lejos en lo bajo unos quejidos y la hermos ave bajo a averiguar de quien provenía, grande fue su sorpresa a su descenso al darse cuenta que aquellos ruidos provenían de un pantano, temerosa se preguntó si debía entrar, el pantano se veía muy sucio y por las ramas qué habían allí sería difícil alzar el vuelo.
Pero las ganas de querer ayudar hicieron que nuestra plumifera amiga ingresara, a lo lejos logró ver el dueño de aquellos sonidos, era un animal muy extraño, casi contrastaba con aquel terrorífico lugar, sus ojos parecían no tener vida, su piel no era nada suave, su cuerpo era demasiado raro y sin duda alguna no era algo agradable de ver, pero nuestra ave quería saber si aquel extraño ser verde necesitaba ayuda.
El sapo apenas la vio la lleno de halagos, sus hermosas plumas y por la gentileza de haberse hacercado en su auxiliar.
_ ¿cual es su problema señor sapo, en que puedo ayudarlo?_ exclamó la dulce avecilla
el sapo la miro a los ojos y pusu una mano sobre su cara y inicio a contar su desgracia
_¡oh tierna ave!, ¡soy tan feo y verde!, ¡el pantano donde vivo es todo mohoso! ¡odio aquí!_ y prosiguio quejándose durante horas hasta que la tarde cayó
Nuestra dulce amiga se dio cuenta que el sapo mo corría peligro, no quiso ser descortés y aunque le causaba cierta repulsión su asquerosa apariencia decidió no jusgarlo por eso y ver que quizás solo era un alma inconforme y con quejas y muchas quejas, atardecio y
Se le hacía tarde para seguir a sus compañeras a migrar, el sapo no paraba de hablar y la avecilla no quería ser descortés pero ya había llegado el momento de su despedida._ Bueno señor sapo creo que es hora de irme, fue un gusto conocerle_ menciono nuestra amiga
el sapo se tiro a llorar
_avecilla yo se que tienes que buscar la primavera pero aquí ya esta por llegar, verás como todo este agua pronto esta lleno de hermosos salmones, estos árboles de bellas y coloridas flores y como todo se alumbra con el sol, veras la primavera más hermosa que habrás visto jamas_ dijo cruzando los dedos el mentiroso sapo
el solo buscaba que la avecilla no marchara, nuestra pequeña amiga decidió no juzgar por las apariencias y confiar, y así pasó, mes con mes el sapo se inventaba una historia nueva de porque la primavera no llegaba y la pajarita que estaba ilusionada por ver la tan hermosa primavera que el sapo había prometido se quedaba por miedo a que cuando llegara la primavera ella se lo perdería.
_ya veras como veras las más hermosas flores_ solía decirle el mentiroso sapo
mientras tantos utilizaba a la avecilla para múltiples favores y para servirle de consuelo de sus quejas, que si era muy verde, que su estaba gordo, que si no saltaba mucho, que si otro sapo lo miro y blah blah blah, nuestra amiga solo escuchaba y sentía pena de la infelicidad del sapo y comenzó a olvidarse la su propia felicidad, día con día ella cantaba para el con la esperanza de alegrar en algo sus días pero parecía que cada vez que la avecilla hacia algo bueno o se veía con las plumas más relucientes el sapo solo enfurecia más y se desquitaba con ella, y las quejas ya no se trataban de él sino de ella, que sus plumas eran muy cortas, qué su canto muy desafinado, que su picó muy largo y blah blah blah, aunque la ave sabía que todo lo que decía ese asqueroso y gordo ser era mentira a ella le dolían, se había encariñado con aquel sapo y aunque no quisiera le importaba su opinión, aveces por las tardes en el pantano el la miraba y parecía apreciarla
Y cuando eso pasaba aquel horrible lugar y aquella fea comida no sabía tan mal, y así pasaron 4 meses, una mañana comenzó a llover, era una lluvia super fuerte, la ave espero a que el sapo le buscará algún refugio, ya que en los árboles no se podía esconder por falta de hojas, fue a pedir ayuda a aquel sapo y se la negó, el se mantuvo en su refugio caliente y dejó a la ave a su suerte, la ave lloro mucho, lloro tanto que ya no supo distinguir cuanto del agua era lluvia y cuanto era su llanto, pero pasaron las horas y la lluvia paro, el sapo vino a disculparse pero la ave se dio cuenta de algo que no quería ver, ese sapo no la quería, el quería compañía, el quería ayuda, el quería que lo quieran pero no la quería a ella, el sapo fingió desinterés al ver que sus disculpas no sirvieron de nada, ya era tarde, el la había perdido, la ave con miedo a quizás haber olvidado el como volar, tomó impulso, corrió a toda velocidad y voló, voló muy alto, voloooooo, volooooooooooooooooo, volooooooooooooo, voló lejos de aquel panatando asqueroso, voló lejos del mal trato que le daban el cual no merecía, el cual nadie merece y sobre todo voló lejos del sapo y nunca más volvió.
cielo_167: Hola a todos, quiero agradecerles por seguir la nove, han pasado muchas cosas, la moraleja es que debemos basarnos más en las acciones de las personas, hay personas que se aprovechan de su belleza pero también hay personas que se aprovecha de las buenas intensiones de otro.
ESTÁS LEYENDO
CUENTOS PARA NIÑOS
RandomTodo aquel que aun mantenga viva su imaginación es un niño de corazón ✨