Había una vez....en un lugar donde un año es igual qué un día, una angelita con unas pequeñas pero lindas alas celestes claras llenas de brillo y hermosura al igual qué la dueña de ellas; está angelita era conocida por ser la qué aun teniendo las alas mas pequeñas del reino era la qué mas alto volaba y la preferida de Dios y su hijo por su forma de ser y de alegrar a cualquiera con solo unas cuantas palabras.
Por eso Dios le dio una tarea muy especial a ella, él le dijo que fuera al mundo de los humanos y las bestias y que le trajera un millón de sonrisas felices; a ella le encanto la idea pues con lo qué había aprendido en el cielo ella podría alegrar incluso al mundo entero, pero entonces Dios dijo: solo podras ir con una condición, tendrás que volver a existir para ver si eres realmente merecedora de pertenecer aquí.
Ella acepto algo dudosa pues aún no había comprendido el significado de las palabras de Dios .
Al llegar la tarde ella estaba contenta pero triste a la vez, por que tenia que irse y dejar a todos sus amigos en especial al hijo de Dios ya que el era muy bueno con ella, pero esa era una misión muy importante qué se le había otorgado solamente a ella y creía qué seria capaz de realizarla así que fue y se lanzo por un gran remolino de luz era bellisimo el color y el esplendor que tenia. Al salir fue recibida por un hombre con unas cosas raras en la mano que le dio una nalgada en una de las pompas haciendo que ella llorara, pero luego fue llevada al lado de una hermosa mujer que la recibió con mucho amor y al momento de que aquella mujer la recibiera entre sus brazos sintió a su corazón tranquilizarse y se sintió muy tranquila, hasta quedarse dormidita entre sus brazos, en ese momento comprendió lo que esa mujer era, ella era su mamá.
esa mujer la recibió con mucho amor y la llevo a su lado durante muchos meses, la alimentaba de sus mismo ser y mimaba hasta que pudo comenzar andar y hablar.
y llego el gran día, en que ella podría conocer a muchos amigos y ser muy feliz, pasaron los meses y así lo hizo volvió a todos muy felices compartió sus cosas y convido sus alimentos, hizo caso a su maestra y obedeció a su madre y fue muy feliz, hasta que pasaron muchos años y sus cabellos se volvieron de plata y sus manos muy arrugadas entonces se echo a dormir y sin darse cuenta cayó en ese remolino, donde Dios la recibió y le dio un gran abrazo y le dijo: Fuiste la mejor en tu trabajo, desde hoy s
eres la mejor angelita en este cielo.bueno, cuando era muy pequeña siempre me daba miedo el pensar en el día de mi muerte y con este cuento creo que puedo ayudar a comprender a los mas pequeños este proceso y que no sientan el miedo que un día tuve, solo haré cuentos cortos, mis antiguos lectores ya saben lo perezosa que soy.
los quiero pequeñitos
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CUENTOS PARA NIÑOS
RandomTodo aquel que aun mantenga viva su imaginación es un niño de corazón ✨