Para Yumi Ai Mitsuki, el pasado no es solo una sombra que la persigue. Es una verdad incómoda que se refleja en cada mentira que ha contado, y que ahora, finalmente, deberá enfrentar.
Aqua Hoshino x OC
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Familia Hoshino (2/2)
★★★★
Al finalizar la película, las tres chicas se miraban con una mezcla de tristeza y felicidad.
—Fue la mejor película que he visto —dijo Ruby, con sus ojos brillando de emoción—. ¡El protagonista era muy lindo! —Aqua la miró con una mueca, mientras Yumi y Ai se reían.
—¡Ahora vamos por un helado! —exclamó Yumi con entusiasmo, y todos se dirigieron a la heladería.
—¿De qué sabor quieren? —preguntó Ai.
—Vainilla —respondió Aqua sin dudar.
—Fresa —siguió Ruby.
—Chocolate —finalizó Yumi, animada.
Ai asintió, tomando nota de todos los pedidos.
—Disculpe, ¿podría darme cuatro helados, uno de vainilla, uno de fresa, uno de chocolate y uno de frutos del bosque, por favor? —pidió Ai con una sonrisa amable. La vendedora asintió y comenzó a preparar los helados mientras Ai pagaba.
Tras unos minutos, los helados estaban listos.
—Gracias —dijeron los cuatro al unísono, inclinándose ligeramente en señal de agradecimiento antes de salir del local.
Mientras caminaban, disfrutando de sus helados, Ai no pudo evitar exclamar:
—¡Está delicioso!
—¿Qué más hacemos? —preguntó Ruby, mirando el reloj—. Aún son las dos de la tarde, tenemos mucho tiempo de sobra.
—¿Y si... vamos al konbini? —sugirió Yumi con una sonrisa, mirando a Ai.
—¡Buena idea! —asintió Ai, y todos comenzaron a caminar en dirección a la tienda.
El konbini tenía una apariencia limpia y acogedora. Al llegar, Ai recordó algo importante.
—Ahora que lo pienso, necesito comprar más helados para la casa —dijo Ai, pensativa.
Los cuatro terminaron sus helados y entraron al konbini, fascinados por la variedad de productos en los estantes. Ai tomó un carrito y lo empujó mientras caminaban entre los pasillos.
—¿Solo necesitas helados? —preguntó Yumi, mirando las etiquetas.
—No, también jugos, yogurt y agua —enumeró Ai, recordando la lista mentalmente.
—Está bien, nos dividimos —sugirió Yumi con una sonrisa—. Yo iré por los jugos, Aqua por el agua y Ruby por el yogurt. Así, Ai puede encargarse de los helados.
—¡Perfecto! —asintió Ai con gratitud, y los chicos se dispersaron para cumplir con sus respectivas tareas, cada uno avanzando con entusiasmo por los pasillos del konbini.
