En el vasto océano del Nuevo Mundo, un reino se alzó como un faro de esperanza y desafío: el Reino de Solaria. Gobernado por la enigmática y joven Sultana Diana D. Baskerville, de apenas 14 años, este reino declaró su intención de desafiar el statu...
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Grand Line, 10.000 metros bajo el mar, Isla Gyojin, Palacio Real Ryugu.
"Neptune-sama, hay unos humanos en la puerta del reino que dicen venir de un conocido imperio británico y desean tener una audiencia con usted", informó el soldado mientras permanecía arrodillado.
El Rey Neptuno y Jimbe se sorprendieron y comenzaron a especular sobre su procedencia.
"Rápido, déjalos entrar y trátalos con respeto. Llama también a los niños", respondió rápidamente el Rey Neptuno, dirigiéndose a Jimbe.
"Jimbe, mantente alerta", añadió Neptuno mientras se dirigía apresuradamente hacia la sala del trono.
"Espero que esto no sea una broma", murmuró Neptuno para sí mismo, aunque Jimbe también lo escuchó, pero no dijo nada.
Pronto, el Rey estaba sentado en su trono con sus hijos a un lado, excepto uno, y Jimbe al otro lado actuando como guardia.
La puerta se abrió y entró un hombre con un traje negro, abrigo y maletín en mano.
"Hola, Rey Neptuno. Permítame presentarme, soy Madara Uchiha, representante de la Reina Diana, gobernante del Imperio Británico. Es un placer conocerlos a todos, Rey Neptuno, así como a los príncipes Fukaboshi, Ryuboshi, Manboshi y Jinbe, el primer hijo del mar", dijo Madara con voz tranquila y clara, como un diplomático apropiado.
Los presentes se sorprendieron un poco de que esta persona supiera tanto sobre ellos. Aunque no era un secreto, él los conocía mientras que ellos no sabían nada sobre él, excepto su nombre.
"Es un placer conocerte también, Madara-san", respondió el Rey Neptuno.
"Parece que ya sabes de nosotros", comentó el Rey Neptuno.
"Sí, hemos realizado una pequeña investigación, ya que es un protocolo antes de contactar con cualquier nueva nación", respondió Madara.
"¿Puedes contarnos algo sobre tu reino?", preguntó Neptuno.
"Sí, nuestro reino es conocido como el Imperio Británico, con una población de 300 millones de ciudadanos. Nosotros..." pero antes de que Madara pudiera continuar, fue interrumpido por Jimbe.
"¿300 millones? ¿Es realmente cierto?", preguntó Jimbe, sorprendido, mientras todos los demás también estaban en estado de shock. Normalmente, la población de una isla es en promedio de menos de un millón, y solo unas pocas superan los millones, pero no tanto.
"Disculpe por interrumpirle, pero tengo muchas preguntas", dijo Neptuno. "¿Cómo llegó su reino a este número de personas?"
"Fueron los efectos de la inmigración a nuestro PIB", respondió Madara.
"¿Y cuál es ese PIB que mencionaste?", preguntó Neptuno. "Nunca había oído hablar de eso".
"El PIB es la abreviatura de Producto Interno Bruto, básicamente una medida del total de bienes y servicios producidos dentro de las fronteras de un país durante un período determinado, generalmente un año. Es un indicador clave del desempeño económico de un país y se utiliza para comparar la situación económica de diferentes países. El PIB incluye el gasto de los hogares, las empresas, el gobierno y las entidades extranjeras dentro de las fronteras del país. En resumen, es una medida de cuánto vale el país", explicó Madara. "Y el PIB de nuestro país es de 946 mil millones, lo que, cuando se convierte a su moneda, equivale a una suma de 152,9 billones de bayas. Realmente es impresionante".
