capitulo 24

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Diana observaba desde el balcón del salón el baile

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Diana observaba desde el balcón del salón el baile. Todos parecían divertirse, con copas en mano, mientras los nobles conversaban entre ellos. Una sonrisa se dibujó en su rostro al ver cómo muchas doncellas de alto rango, duquesas, marquesas, condesas, baronesas y viscondesas rodeaban al rey Isabel II. Seguramente eran mujeres que buscaban ascender en posición social o madres que esperaban que sus hijas mejoraran la posición social de su familia.

Era gracioso ver cómo el rey Isabel II parecía bastante incómodo, pero se comportaba con cortesía con las señoritas y sus madres.

Dagama e Iru estaban rodeados de personas con familiares en la guardia legal o en alguna rama del ejército o defensa, quienes quedaban encantados con sus historias de batallas y guerras.

Sofía, junto a su orquesta, había sido invitada nuevamente a la celebración, esta vez interpretando una sinfonía de violines que hacía que la atmósfera fuera más relajante.

"Silencio, por favor, la sultana Diana Baskerville desea dar unas palabras."

Todos los ojos se dirigieron hacia el balcón del salón, donde Diana estaba de pie, sosteniendo una copa de vino que alzaba en alto.

Diana respiró profundamente y habló con una voz tranquila:

"Damas y caballeros, distinguidos invitados y estimados aliados del Reino de Prodance, esta noche me dirijo a ustedes con el corazón rebosante de gratitud y optimismo. A medida que la noche revela su encanto, nos encontramos en compañía de individuos extraordinarios, cuya presencia ha añadido un brillo incomparable a esta ilustre reunión.

Permítanme extender mi más profundo agradecimiento a todos y cada uno de ustedes por honrar esta ocasión especial con su presencia. En el gran tapiz de la diplomacia y la camaradería, esta noche marca el comienzo de un nuevo capítulo, un capítulo que nos une en una alianza forjada no solo en tratados y acuerdos, sino en las conexiones genuinas que hemos establecido.

Su Majestad, Isabel II, y el pueblo del Reino de Prodance, con su sabiduría y generosidad, han traído consigo no solo su fuerza, sino también sus corazones que no conocen límites. Es en su compañía donde encontramos la promesa de una era próspera: un destino compartido que trasciende las fronteras que alguna vez nos mantuvieron separados.

Imaginemos un futuro en el que nuestra cooperación florezca, en el que el intercambio de ideas y cultura se convierta en la moneda de nuestra alianza. Juntos, nos embarcamos en un viaje hacia una mayor comprensión, respeto mutuo y un compromiso compartido con la prosperidad y el bienestar de nuestro pueblo.

En la danza de la diplomacia, que esta alianza sea una sinfonía de colaboración que resuene en todos los reinos. Esta noche, mientras estrechamos nuestras manos en señal de amistad y levantamos nuestras copas por los vínculos que forjamos, que se sepa que somos arquitectos de un legado, un legado que las generaciones futuras mirarán con admiración.

One Piece : batalla por el poder Donde viven las historias. Descúbrelo ahora