"Supongo que los problemas que enfrenta el Reino de Arabasta han llegado a su fin, ¿verdad? ¿No queda nada más por hacer?" preguntó Diana, dirigiendo su mirada inquisitiva hacia Bell, quien estaba a su lado.
"Es suficiente, Sultana Diana," respondió Bell con una sonrisa llena de gratitud. "Gracias por su invaluable ayuda a nuestro reino y por restaurar el honor que le pertenece a Su Majestad. También le agradecemos por concienciar a nuestra comunidad. Aunque aún no hemos resuelto los problemas relacionados con el Casino y otros asuntos, estoy seguro de que, con su apoyo, la gente comprenderá los peligros que representa el Casino."
"No se preocupe, señor Bell," exclamó con entusiasmo uno de los residentes del Reino de Arabasta: "¡Hemos recuperado el sentido común! ¡Tan pronto como termine esta transmisión en vivo, nos dirigiremos a destruir el Casino Crocodile!"
"¡Exactamente! Destruiremos ese lugar que nos ha atormentado durante tanto tiempo," añadió otro residente con determinación.
"¡Maldita sea! ¡Crocodile me engañó! Debo vengarme destruyendo todas sus propiedades," gritó alguien más, reflejando el sentir general de la multitud.
No solo los ciudadanos del Reino de Arabasta expresaron su opinión; todos los miembros de la alianza Monarkon también manifestaron su apoyo al cierre del Casino, viendo en ello una oportunidad para eliminar el peligro de la pobreza en sus reinos.
"Es una buena noticia," comentó Diana mientras su mirada volvía a centrarse en la pantalla. "Lo primero que quiero decir es que ya hemos dado un gran paso. Además, hay algunos asuntos que deseo comunicar respecto a nuestra cooperación con el Reino de Arabasta."
La sala quedó en silencio, todos ansiosos por escuchar la información que Diana estaba a punto de compartir.
"El Reino de Arabasta, además de establecer una relación de cooperación con nuestro reino, ha aceptado la propuesta que les presentamos. Esta propuesta es un acuerdo de colaboración mediante el cual el Imperio Solarian se compromete a ayudar a resolver los problemas territoriales del Reino de Arabasta," explicó Diana.
"¿Asuntos territoriales?" preguntó Sengoku, levantando las cejas con curiosidad.
"Creo que muchos están confundidos con esto," continuó Diana con calma. "Como sabemos, el Reino de Arabasta es un reino con un vasto territorio. Sin embargo, gran parte de esa extensión está dominada por desiertos, lo que impide aprovechar plenamente el potencial del reino." Hizo una pausa antes de proseguir: "Mi imperio ha presentado una propuesta al Reino de Arabasta. Esta propuesta está relacionada con la asistencia que nuestro reino brindará. ¿En qué consiste esta ayuda? La asistencia que proporcionaremos es..." Diana dejó que una suave sonrisa se dibujara en su rostro, aumentando la expectación de todos los presentes.
La sonrisa en el rostro de Diana despertó la curiosidad de todos, dejando entrever que lo que estaba por anunciar sería de gran importancia para el futuro del Reino de Arabasta.
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One Piece : batalla por el poder
RandomEn el vasto océano del Nuevo Mundo, un reino se alzó como un faro de esperanza y desafío: el Reino de Solaria. Gobernado por la enigmática y joven Sultana Diana D. Baskerville, de apenas 14 años, este reino declaró su intención de desafiar el statu...