Bajo la apariencia de un chico despreocupado, Yang Jeongin esconde una batalla interna que lo consume. Un enemigo invisible ha teñido de gris sus días, brindándole así aislamiento, insomnio y pensamientos obsesivos. ¿Podrá Jeongin encontrar una sali...
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21 de Agosto
Tras varias horas de vuelo, finalmente había llegado a la ciudad en donde se encontraban las personas que tanto anhelaba ver, quería dejar todo el estrés acumulado atrás y capturar buenos momentos con ellos, había esperado mucho tiempo para volver a encontrarse con su novio y sus amigos. Hyunjin había llegado a su destino y la emoción era a flor de piel, necesitaba ver a su pareja inmediatamente para sorprenderlo.
Luego de llamar al taxi, indicó al conductor la dirección de Jisung ya que se encontraba cerca de su casa y tenía la necesidad de verlo para que este le actualizara el contexto de todo lo ocurrido mientras no se encontraba allí, aparte de que debían charlar sobre los últimos sueños que han compartido. Durante el viaje, que no era demasiado largo, observaba el paisaje por la ventanilla, había extrañado mucho estar en su ciudad natal y le parecía muy injusto que sus padres tomaran la decisión sobre sus estudios sin importarle su comodidad. Al cabo de unos minutos se encontraba a una cuadra de la casa de su amigo, a lo que le avisó al taxista y este al llegar al destino amablemente le ayudó a bajar su equipaje, una vez las valijas se encontraban en la vereda Hyunjin pagó el viaje dejándole una propina extra al conductor por el gesto.
Tomó sus dos valijas y se acercó a la puerta del hogar, seguido de eso tocó el timbre. Como si estuviesen conectados más allá de los sueños, su amigo abrió al instante con un presentimiento sin revisar por la cámara de quién se trataba. Cuando la puerta se abrió y ambos pudieron verse, Jisung abrió sus ojos como si tuviese en frente a un fantasma, la sorpresa le recorría por todo su cuerpo y no le permitía modular palabras coherentes. Hyunjin por su lado lo observaba mientras sonreía, la situación era divertida ya que nadie lo esperaba allí para esas fechas, por lo que tras unos segundos decidió abrazarlo mientras Jisung aún procesaba lo sucedido. Ambos se encontraban felices de verse, tenían tantas cosas que hacer juntos y hablar en persona, Hyunjin estaba seguro que aprovecharía ese momento como nunca antes. Luego de su abrazo, Jisung invitó a pasar al recién llegado quien se encontraba emocionado de volver a encontrar a la mascota de la casa, probablemente más feliz que de ver a su amigo.
—¿Y tus padres? ¿Cómo es que viniste de la nada Hyun? Es decir, estuviste dos años en el extranjero porque no te dejaban venir... —Hizo una pausa y apretó sus labios levemente como si estuviese uniendo sus ideas, pero de repente sus ojos se entrecerraron y alzó su voz hacia su amigo— ¿Qué hiciste? —Le interrogó con total desconfianza en que su amigo se encontrara allí sin oposición de sus padres.
Hyunjin levantó la mirada que tenía centrada en el cachorro y rio ante las preguntas junto al rostro de Jisung con un ceño fruncido, se notaba que su amigo lo conocía a la perfección, y a la vez pensaba que realmente no sabía cómo iba a volver a Londres luego de lo que hizo.
—Bueno, no te voy a mentir, mis papás no saben que vine —Respondió Hyunjin esperando alguna expresión en el rostro del otro para continuar, a lo que cuando Jisung quiso comentar algo lo interrumpió para seguir—. Me fui sin avisar porque estaba cansado de que no me dejaran elegir lo que yo quería, pero tampoco saben que pedí el intercambio para estudiar acá.
