13: Grupo de apoyo para personas casi sordas o con tdah

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Ese lunes Meili no está particularmente interesada en prestarle atención a las clases, entre sus pensamientos enfocados en Hassel y la incómoda tensión que hay en el salón de clases, intentar concentrarse en lo que dice el profesor es lo que menos le apetece hacer.

Todos se encuentran a la expectativa, esperando a que la bomba vuelva a estallar y discuta de nuevo con Megan, la cual ni siquiera es capaz de mantenerle la mirada por más de dos segundas sin salir huyendo, como si Meili tuviera algún tipo de virus contagioso.

Quiere creer que no le interesa, pero sabe que tarde o temprano tendrán que volver a enfrentarse.

Antes de que la clase termine, revisa el último mensaje que le mandó Marcus, donde acordaron encontrarse en la sala de música para continuar con las clases de piano. A decir verdad, Meili no se imaginó que el chico se tomaría tan en serio las clases, pero su corazón se acelera cada vez que piensa en que Marcus la ha escogido a ella como su profesora.

Con eso en mente, apenas el profesor da la clase por terminada, Meili guarda sus cosas, incluidos sus audífonos, y se dirige hacia el salón de música. En el camino se tropieza con algunas personas y es que los pasillos de la universidad a esa hora se encuentran bastante concurridos, unos corriendo para llegar a tiempo a su próxima clase y otros conversando con tranquilidad.

Está a punto de entrar al salón cuando un folleto llama su atención en el suelo del pasillo. Meili se agacha y lo recoge, leyendo lo que anuncia.

"Show de talentos 2024"

Lo guarda en su bolso y entra.

La escena que la recibe es entre tierna y graciosa. Meili se acerca a la pequeña tarima con curiosidad, intentando ser lo más silenciosa posible para no despertar a Marcus, el cual duerme recostado sobre el piano.

Toma asiento en el banco, a una distancia prudente del chico, mientras se pregunta si debería despertarlo o dejarlo dormir un poco más. Por un lado, piensa que, si ella estuviera en su lugar, preferiría que la despertaran a que se le quedaran viendo mientras duerme; por otro lado, sabe que la carrera de medicina es muy desgastante, así que le da pesar levantarlo sabiendo que el chico debe encontrarse exhausto.

Antes de despertarlo, Meili decide ser egoísta y apreciar a Marcus durante un rato, aceptando el riesgo de quedar como una acosadora en potencia.

"¿Has pensado en cómo se lo tomará él? Cuando se entere de que nunca le tuviste la confianza suficiente para decírselo desde un inicio".

Las palabras de Hassel la atacan como un pensamiento intrusivo, y teme la verdad que se filtra en ellas. Meili en realidad no había pensado de esa forma, y ahora que lo considera, tiene mucho sentido, lo cual le suma una preocupación más, porque la idea de que Marcus se moleste con ella por ocultarle su condición le atormenta hasta el punto en que...

¿Debería decírselo?

Lo considera con tanta seriedad que se siente nerviosa cuando empieza a imaginar cómo sería esa conversación y en todas las posibles reacciones que Marcus podría tener. Aparta la mirada del chico y la dirige hacia el piano, acariciando la superficie de caoba con delicadeza, casi que temiendo el ocasionar un rasguño que arruine el hermoso instrumento, aunque sabe que es bastante resistente.

Organiza las palabras en su cabeza, buscando las mejores para expresarse, así como intenta ingeniárselas para descubrir cómo puede tocar el tema tan de repente en medio de la clase de piano.

"Oye, Marcus, ¿en qué semestre diste clases sobre la cofosis? ... qué genial, casualmente yo tengo cofosis, ¿no te parece increíble?"

Eso no suena muy bien.

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⏰ Última actualización: Sep 24 ⏰

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