Capitulo 10 : Agonía

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Sakura era hermosa, o tenía su gracia eso debía de aceptarlo. Jamás había dicho lo contrario pero le hastiaban los momentos en los que su boca parecía más una grabadora que nunca tenía un fin, la cinta jamás se acaba, y Sakura siempre tenía más preguntas para ponerlo todo de cabeza, eso incluía el ponerlo en aprietos en parte de «¿Por qué hiciste esto?» ¡Demonios! Él lo hacía y ya, no es porque tuviese un significado en especial o sintiese algo por una persona y sí, él lo había deseado, la había visto frente a él totalmente indefensa a espera inconsciente de una ayuda.

No pudo...

Por más que deseaba hacerlo no podía matarla ahí, después de todo era parte de un Sasuke que aún existía, en su mínima cantidad pero seguía ahí, seguía pensando en ellos. No podía matar a la chica que lo cuidó y lo quiso en todo lo que duró el equipo siete.

Simplemente la cargó en brazos y pudo chequearla con facilidad gracias al Sharingan que la pérdida de sangre había sido considerable por más que fuese un pequeño corte, si querer, pudo observar el pequeño e irregular canal de Chakra de quien supuestamente era su hijo, era pequeño pero podía superar con facilidad el tamaño de su mano, una pequeña cadena de lo que en unos meses sería un fastidioso niño. Entonces aunque no pudiese sentirlo, comprendió lo el porqué la chica ponía tanto empeño en salvarlo, era su hijo. Fuese de él o no, ella consideraba a ese experimento suyo, lo quería.

Así como su madre...

No había nada más que hacer, Sakura no desistiría de su opción y lo tendría a costa de su vida, supuso él que eso contaba como valentía. Entró al baño y cogió un pequeño cuenco con una toalla de mano, de forma rápida se dirigió hacia la chica y miró la gravedad de la herida, podría pasar desapercibido si no fuese por la gran inestabilidad de salud que tenía su compañera. Mojó la toalla y empezó a limpiar la herida, una vez limpia echó un poco de alcohol, viendo con algo de molestia como la chica se quejaba, pasado eso cogió un poco de gasa la cual no había notado de dónde mierda lo sacó y empezó a buscar algo para echar a la herida ya que de otra forma la gasa se pegaría y terminaría en vano todo su trabajo.

No era medico, pero tampoco idiota...

Al fin, en uno de los cajones encontró la crema que Sakura le había puesto en su mano o algo parecido a ello, cuando colocó un poco de la crema en su dedo lo vio con asco, parecía crema de vallas por lo rojizo que era, con cuidado de no empeorar la herida empezó a colocarlo en los alrededores y una vez terminado colocó la gasa, feliz de haber concluido su trabajo y no tener que soportar más ese olor que desprendía Sakura... ¿Qué se creía la chica, un campo de flores? O una mercante de cerezas. Agarró las vendas, dudoso entre colocárselas o no, si lo hacía corría el riesgo de que la chica diese en el clavo en que él la había curado, mientas que si no, nuevamente su labor terminaría yéndose a la mismísima porquería.

En un suspiro casino optó por ponérsela, después de todo, ¿a él que mierda de le daba si la chica lo notaba o no? Ya había hecho el trabajo y si lo jodía por eso, simplemente la mataba y ya. Itachi libre, Naruto llorando, Kakashi deprimido, el consejo feliz y Tsunade reventándole los huevos en algún momento de su vida, simplemente un final perfecto.

La curación terminó a la perfección y vio con satisfacción que por alguna razón había hecho algo bueno. Eso tenía que contar.

Se sentó a contemplarla por un instante, no era nada de malo, hasta los cazadores observaban a sus presas antes de matarlas, recorrió de arriba a abajo a su compañera, sorprendiéndose el gran cambio que había sufrido y que él sin querer había pasado desapercibido. Sus caderas habían aumentado un poco por el mismo crecimiento, su rostro había tomado un carácter más fino que antes, sus brazos se habían alargado al mismo que su cuerpo, sus piernas tenían más forma que cuando era una niña y... bueno, su busto era algo que por sabias razones tenía que crecer, aunque no eran en mucha proporción como las de su compañera de Taka, eran al menos para él perfecto.

Lives at stake: Uchiha HarunoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora