Quería gritarle que despertara, pero era casi imposible que lo escuchara. Se sentía incluso tan mal que podía asemejar ese sentimiento con el que sintió cuando vio a sus padres muertos e inertes en el suelo; Sakura se encontraba igual, no muerta pero agonizando y él se sentía tan... mal. Incluso enfermo de ser simplemente un espectador y no alguien que ayudara. ¿Así se sentía ella? Habían muy pocas cosas que la podían ayudar y una de ellas era simplemente lo que daría como respuesta un rotundo «No».
Kakashi había llegado con el alma por los suelos y se sintió peor al ver a su agonizante alumna. La respiración de Sakura se hacía cada vez más pesada a un punto que con cada respiro le salía un penoso gemido de sufrimiento, ella sufría porque fuese como fuese, tenía conciencia que la vida la estaba abandonando y si ella moría, lo más preciado que tenía se iría con ella y de nada serviría haber dejado la aldea y a sus amigos.
Tenía un extraño nudo en la garganta, y unas ganas de arrojar todo al suelo. Miró a Itachi que miraba el suero como si eso la fuese a salvar, tal vez deseando que lo hiciese, pero su muerte no era por inanición. Era por falta de Chakra, pronto moriría y nada podría impedirlo, ni siquiera la dura determinación que tuvo.
La vio abrir los ojos con esfuerzo, opacos. Tragó saliva con dureza y se quejó débilmente.
—No quiero morir —se lamentó.
Naruto fue quien más lo sintió, empezó a sollozar con tanta fuerza que Sasuke creyó que su estomago se le saldría por la boca. Y fue un pensamiento muy irónico, se reprimió las ganas de reír con tanta facilidad que de verdad creyó en llorar.
Pero a él qué le daba. Había estado deseando la muerte de su amiga a cada minuto y ahora había llegado el momento ya no se sentía satisfactorio como esperaba que fuese, era penoso ver como esa niña de doce años y esa mujer de diecisiete se iba perdiendo para formar parte del pasado.
Le ardía el verla agonizar, eso era lo que lo estaba matando en ese instante. No, por supuesto que no, él no lloraría en ese momento, solo se limitaría a soportar la quemazón que le producía la situación. No podía hacer nada... inútil. Si hubieses sido más fuerte... si hubieses tenido más poder. En vez de eso, te quedaste parado, temblando, como una oveja en el matadero... patético. Un pequeño brillo de rencor al recordar las palabras de Orochimaru, ¿acaso esa escoria tenía razón?
Konoha siempre era culpable de todas sus penurias, siempre detrás de algo sucio y asqueroso capaz de lastimar hasta a las personas más honestas y puras del mundo. Sakura era uno de ellas, y su lealtad hacia la aldea, su amor por la gente que residía ahí y su gran clamor por ser útil en algo y poder ser madre de alguien a quien realmente amaba, la arrastraron a ser parte de un infame plan del consejo.
Amor...
Los sentimientos que vivían en Sakura se limitaban a eso. Todos derivados del mismo: Cariño, lealtad, preocupación, adoración, ternura, miedo, alegría, apreciación y resentimiento, resentida porque le querían arrebatar lo más preciado que ella tenía, porque querían dañar a la gente que ella apreciaba; sería incapaz de dañar a ambas partes por más que una de ellas quisiera dañarla a ella.
Por eso decidió huir, por eso decidió salir como una criminal de una aldea la cual la trató peor que basura, por eso ahora se encontraba al borde de la muerte, la vida se le resbalaba de las manos con cada segundo, minuto y hora que pasaba. La observó y recordó lo que Karin había dicho cuando la invocaron a revisar a la chicha de cabellos rosa.
"A este paso no sobrevivirá ni dos días. Puede que ni pase de mañana en la noche..." Claro. Ella moriría, como basura, seguiría siendo inútil aún en su agonía por no serlo, moriría siendo... nada.
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Lives at stake: Uchiha Haruno
FanfictionResumen: Pelo rosa, ojos jade, piel nívea, cuerpo delgado - o puede que no tanto -, mirada regocijada. Era definitivo, la chica parada en frente del equipo Taka era Haruno Sakura, la ninja medico y kunoichi entrenada por Tsunade Senju, ahora lo que...