El fin de semana había sido un nuevo descubrimiento para Cam.
Ahora que podía desahogarse con sus amigas, descubrió que estar clandestinamente enamorada de Daniela no era tan malo.
Bueno, en realidad era una mierda, pero ella no podía evitar sonreír al pronunciar su nombre, y sus amigas sentir náuseas cada vez que lo hacía.
(Por amigas hablamos de Victoria y Elizabeth. Hayley vivía la vida feliz y tranquila).
El lunes todo iba bien. Estaba con sus amigas caminando directamente a su casillero, pero cuando intentó abrirlo, este no la dejaba.
— Intenta otra vez — le dijo Victoria, y Cam volvió a introducir la combinación, pero no quería abrir.
Estaba segura de que era el suyo, lo había sido durante dos años. Le dio unos cuantos golpes a la puerta y esta no parecía querer ceder. Ya iba a ser la primera clase y su tarea de inglés — ¡JUSTO LA DE INGLÉS! — estaba en el casillero.
Al final tuvo que desistir y fue hasta la clase. El profesor le restó puntos y ni se tomó el tiempo de escuchar la excusa de Cam. Ella apretó los dientes; el día no podía empeorar.
Milagrosamente, ninguna de las chicas plásticas la había molestado, aún. Esperaba que lo hicieran, ya que quería ver a Daniela.
Después de las primeras clases, al tomar su mochila, las dos correas se rompieron, y le quedó colgando de la espalda.
— ¿Pero qué...? — comenzó a protestar al aire, pero observó cómo Francisco y Ethan chocaban los cinco disimuladamente antes de irse del salón.
Miró las correas y era obvio que alguien las había cortado, así que tuvo que llevar su mochila con las manos.
— Creo que lo del casillero fueron ellos — murmuró Beth, un poco enfadada también.
Ya le habían informado al conserje, y este había logrado abrir el casillero. Alguien manipuló la cerradura para cambiar la combinación de apertura, así que Cam tuvo que buscar otro.
Llevó los libros junto con sus amigas a un nuevo casillero. Lo abrió, introduciendo la nueva contraseña, mientras a lo lejos contemplaba cómo Francisco se carcajeaba.
— Joder — sus amigas la habían ayudado a traer todos los libros y sus cosas, pero ya que tenían clases diferentes, tuvieron que retirarse, disculpándose con la pelinegra.
Cam fue guardando cada libro; no podía creer que tuviera tantos.
Fue casi una sorpresa cuando escuchó el ruido de unos pasos acercándose, y al levantar el rostro se encontró con Daniela.
Ella vestía una blusa y un pantalón, como siempre, y se había detenido, observando con asombro a la pelinegra. Cam no retuvo la sonrisa que se le formó en los labios, mirando con una cara boba.
Daniela, después de permanecer un rato sin decir nada y mirar a Cam con la boca entreabierta, se sonrojó y carraspeó secamente.
— ¿Qué haces aquí? — preguntó autoritaria como siempre la güera.
Cam frunció el ceño hacia el chico que la observaba con cautela, parecía estar vigilándola.
— Tu querido novio saboteó el casillero, así que me mudaron a este — dijo encogiéndose de hombros. Sentía muchas mariposas en el estómago.
— Eso suena a algo que haría yo — dijo Daniela, arrugando la nariz, y Cam no pudo evitar mirarla con felicidad.
Era muy hermosa, debería ser un delito ser tan adorable y sexy al mismo tiempo. Si dependiera de ella, Daniela ya estaría tras las rejas por eso desde hace años.
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𝙍𝙄𝙑𝘼𝙇𝙀𝙎 ~ 𝘿𝘼𝙉𝙄𝙀𝙇𝘼 𝙑𝙄𝙇𝙇𝘼𝙍𝙍𝙀𝘼𝙇
Fiksi PenggemarEl fanfic original fue borrado de Wattpad hace algunos años y desde ahí se han hecho varias adaptaciónes así que yo quise intentar con Daniela porque la staneo demasiado al igual que a Pau. Así que espero les guste está adaptación por si no la han l...