Capitulo dieciocho: nuevos sentimientos.

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Jeongin abrió las piernas mientras se acomodaba en el sofá. Con movimientos lentos, comenzó a desabrochar su camisa, dejando al descubierto su torso. La tela cayó al suelo, revelando su piel suave y ligeramente bronceada.

Se dejó caer sobre el, sintiendo la suavidad acariciar su cuerpo.

Con una mano, comenzó a recorrer su propio cuerpo. Sus dedos se deslizaron por su pecho, bajando lentamente hacia su abdomen. Un suspiro escapó de sus labios mientras la sensación de placer comenzaba a crecer en su interior.

Los ojos de hyunjin puestos fijamente en el, como si estuviera a punto de cazar, jeongin sentía como el calor se acumulaba en su bajo abdomen y sus mejillas, aquella expresión de hyunjin iba a volverlo loco.

Las imágenes de encuentros pasados llenaron su mente. Recordó caricias suaves, besos ardientes y susurros llenos de deseo. La combinación de recuerdos lo excitaba aún más.

—Quiero escucharte gemir —La gruesa voz de Hyunjin hizo que el teniente soltara un ahogado gemido.

A medida que sus dedos continuaban explorando, la necesidad se intensificaba. Se inclinó hacia atrás, disfrutando de la sensación del sofá contra su piel. Con cada movimiento, el deseo crecía, y no pudo evitar dejar escapar un suave gemido.

Decidido a llevarse al límite, Jeongin subió completamente arrodillándose en el sofá. Con movimientos lentos y deliberados, deslizó sus manos hacia abajo, sintiendo la calidez de su piel mientras se adentraba en su propia polla. Cada toque lo hacía sentir más vivo, más conectado con sus deseos.

El ritmo aumentó poco a poco, y Jeongin se dejó llevar por la ola de placer que lo envolvía. Su respiración se volvió irregular mientras se entregaba completamente a la experiencia. La habitación estaba llena de sonidos: sus suspiros, el roce de su piel contra el sofá, el latido acelerado de su corazón y la mirada penetrante de Hyunjin.

—Hazlo más lento —Ordenó el coronel y jeongin asintió deslizando su mano con más suavidad. Observó cómo Hyunjin comenzaba a quitarse su pantalón y sonrió —Mete un dedo.

Jeongin llevó su dedo indice a su boca y chupó para luego desviarlo a su entrada suavemente un escalofrío recorrió su cuerpo. Hyunjin se acercó recostado al menor quien se encontraba con la mano bombeando sobre su miembro, Hyunjin comenzó a masturbar su miembro sobre el del teniente para lamer su dedo medio. Jeongin dándole espacio sintió como hyunjin saca su dedo para meter el del. Mordió su labio al sentír como adentraba un segundo dedo.

Finalmente, cuando el placer alcanzó su punto máximo, Jeongin sintió como si todo el mundo se desvaneciera. Era solo él y el éxtasis que lo consumía. En un instante de pura euforia, dejó escapar un grito ahogado mientras el placer lo inundaba por completo.

Se desplomó sobre y hyunjin sonrió

—arrodillate — Jeongin chasqueo la lengua para bajarse del sofá y arrodillarse entre sus piernas —Te ves tan sexy así —las manos de Jeongin pasearon desde los muslos hasta llegar a dónde se encontraba el dobladillo de aquel jean para terminar de bajarlo.

Jeongin tomó el miembro del mayor y paseo su lengua por el glande robándole un gemido a Hyunjin. La lengua de Jeongin paseaba por toda la extensión para luego introducirlo a su boca. Sin duda debía ser un pecado la boca de Jeongin, Hyunjin llevo sus manos al cabello del contrario. Jeongin chupaba con fuerza disfrutando las sensaciones. La lengua de Jeongin lo acarició caliente y húmedo a lo que Hyunjin no pudo resistirse.

Llevó sus manos a la nuca de Jeongin y movió sus caderas, follando su boca una y otra vez hasta correrse, salpicando un poco el rostro del chico.

Jeongin se levantó y con su mano limpio su rostro. Jeongin subió al regazo de nuevo y lo beso para luego mirarle. Hyunjin introdujo dos dedo dentro de la boca de Jeongin haciéndolo atragantarse ante el brusco movimiento.

—Chupa —Ordenó. Jeongin estaba hipnotizado por el calor del momento. Chupo los dedos del rubio y luego este los sacó llevándolos a su entrada para introducir el primer dedo.

Jeongin gimió sintiendo un pequeño ardor ante la brusquedad del rubio, sintiendo como aquel pequeño ardor se transformaba en placer al sentir como el Pelinegro rozaba su próstata.

—Hyun...Jin ah~ -Gime el cobrizo al sentir como dos dedos de hyunjin se encontraban dentro, haciendo movimientos circulares, de adentro afuera. Hyunjin saco sus dedos para luego introducir lentamente su miembro —joder~

—¿Quien te ha dado permiso de llamarme por mi nombre? Yang Jeongin...

Jeongin se sentó por completo sobre el miembro de hyunjin moviéndose sobre este de arriba abajo lentamente. Hyunjin comenzó las embestidas haciendole gemir.

—Mmgh~... Eso se siente tan... Mierda~ —Los gemidos descontrolados se esparcieron por la sala creando un exquisito sonido —Mgmh~ —Gime. Jeongin comenzó a dar pequeños saltos sobre el miembro contrario. Hyunjin besó desesperadamente los labios de Jeongin lamiendolos, chupandolos.

—Mira como tú cuerpo está temblando...—Solto, Las palabras de Hyunjin eran fuego en momento tan caliente —¿Acaso Minho alguna vez te hizo temblar así?

—mmm dios... —Logro articular.

Cada salto, cada embestida más fuerte que la anterior. Entre besos y estocadas ambos llegaron al orgasmo quedando sudados, sus respiraciones agitadas y encontradas. Hyunjin se dejó caer al sofá y jeongin se posicionó sobre el sonriendo.

—dajalo...

—¿Cómo?

—Deja a Minho.

—¿E irme contigo? No sé si sería una buena op...

—¿Acaso te dije algo sobre mi, no se trata de esto se trata de que no te cases con alguien a quien no amas.

—Vale y desde cuándo te preocupas por mí... Desde que nos conocemos no has hecho más que decir que no te importo yo si no mi cuerpo.

—Nunca mentí al respecto, solo lo digo es por qué te sigues torturando y ya comienza a ser bastante fastidioso, a demás la idea de que alguien más te toque me parece repulsiva...

—¿Repulsiva? Habla el que metió a una cualquiera a su oficina, si yo lo hago es asqueroso pero si tú lo haces es algo hermoso, ¿Cierto?

—¿Eres tú o son tus celos hablando?

—¿Quien fue el que me dijo que dejara a mi novio?

—Venga jeongin tu sigue haciendo lo que te dé la puta gana, sigue haciendo el papel de idiota mientras tú novio te pone el cuerno, no es mi puto problema, lo decía para que recuperes la poca dignidad que te queda —Dijo levantándose del sofá.

—Enserio no sirves como persona, jamás estaría con alguien como tú.

—Repitelo hasta que te lo creas por qué...

Oh jeongin desearía que fueras solo mío, o jeongin desearía haberte conocido antes que el, dime qué eres mio, ¿Te parcen familiares esas palabras? —Se quejó —Dices que solo te gusta mi cuerpo y que no te importa mi vida pero entonces, dime por qué querías estar solo conmigo, dime por que mierda confundiste mi cabeza, si ni siquiera te importo...

—¿Ja? Te enamoraste de mi... ¿Por todo eso? Ya, osea que siempre fuiste así de fácil, nada más basta decirte unas cosas bonitas para que abras tus piernas y te enamores, me sorprende que seas un sicario y un asesi... —No terminó de completar cuando jeongin estampó un golpe en su mejilla.

—Eres una mierda Hwang Hyunjin, estoy seguro de que tuviera la oportunidad de conocerte esa noche otra vez... Créeme que preferiría no ir. Voy a darme una ducha —Soltó mientras se dirigía al baño.

—Yang Jeongin.

Jeongin camino por rato por la casa hasta encontrar el baño y adentrarse, tu cuerpo estaba temblando, quería llorar pero algo le impedía hacerlo. Y solo soltó un suspiro.

Lo odiaba, odiaba el hecho de que le gustará Hyunjin a este punto.

Acaba conmigo | hyunin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora