Capitulo veinticuatro: besos en la obscuridad

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La oscuridad envolvía la habitación, creando un refugio donde el mundo exterior parecía desvanecerse. Jeongin y Hyunjin se encontraban juntos, sus cuerpos casi fusionados en un abrazo, compartiendo un momento que se sentía como un sueño del que no querían despertar. La tensión entre ellos era palpable, y el silencio era interrumpido solo por la suave respiración de ambos.

Fue Hyunjin quien rompió el silencio, su voz apenas un susurro. —Pensé que te perdería para siempre —dijo, su tono cargado de emoción.

Jeongin sintió un nudo en el estómago. —Todo está bien —respondió, intentando infundir confianza en sus palabras.

—No, no lo está —Hyunjin negó con la cabeza, su expresión grave—. No puedes decir eso después de todo lo que ha pasado.

Jeongin tomó una respiración profunda. —Voy a dejar a Minho —confesó, sintiendo que cada palabra era un peso que se desvanecía al ser pronunciada—. Pero necesito saber algo antes de hacerlo.

Hyunjin lo miró con curiosidad, su corazón latiendo más rápido. —¿Qué necesitas saber?

—¿Me amas? —la pregunta salió de los labios del menor como un eco en la penumbra.

Hyunjin frunció el ceño, sorprendido por la repentina pregunta. —¿A qué viene eso? —inquirió, aunque en el fondo sabía que había algo más profundo detrás de las palabras de Jeongin.

Jeongin se encogió de hombros, una mueca de cansancio cruzando su rostro. —Solo quiero saber... —su voz se volvió más suave—. Me siento cansado de todo esto.

Hyunjin suspiró, sintiendo la carga emocional del momento. —No estoy seguro —admitió—. Pero estoy dispuesto a hacer cualquier cosa por ti.

Una sonrisa iluminó el rostro de Jeongin, una chispa de esperanza brillando en sus ojos. Asintió lentamente, sintiendo que las palabras de Hyunjin eran un bálsamo para su alma herida. Pero antes de que pudieran profundizar más en sus sentimientos, la puerta se abrió de golpe.

Minho entró en la habitación, y Hyunjin se apartó rápidamente, como si el aire se hubiera vuelto denso entre ellos. —Deberíamos dejarlo descansar —dijo Hyunjin, tratando de mantener la calma mientras su corazón se aceleraba.

Minho miró a ambos con una mezcla de confusión y preocupación. —¿Todo bien aquí? —preguntó, notando la tensión en el ambiente.

Jeongin forzó una sonrisa, aunque su mente estaba lejos de estar tranquila. —Sí, solo... hablando.

Minho asintió, pero no pudo evitar notar la mirada intensa que Hyunjin le lanzó a Jeongin antes de salir de la habitación. Una sensación extraña se instaló en su pecho mientras observaba cómo Hyunjin se alejaba, dejando una estela de emociones no resueltas.

El silencio volvió a caer entre ellos, pero esta vez estaba cargado de preguntas sin respuesta y promesas a medio hacer. Jeongin sintió que el peso del mundo recaía sobre sus hombros mientras miraba a Minho, preguntándose si realmente podría dejarlo ir y seguir adelante con lo que realmente deseaba.

Mientras tanto, fuera de la habitación, Hyunjin se apoyó contra la pared, sintiendo que el aire le faltaba. Había algo en el beso compartido y las palabras intercambiadas que resonaban dentro de él. Sabía que debía tomar una decisión pronto, pero el camino hacia adelante estaba lleno de incertidumbre.

Ambos estaban atrapados en un torbellino de emociones, y aunque la oscuridad había sido su refugio momentáneo, sabían que pronto tendrían que enfrentar la luz del día y las decisiones que les esperaban.

(...)

Tres meses después

Tres meses habían pasado desde que Jeongin salió de rehabilitación. La luz del sol se filtraba a través de las ventanas de la sala de reuniones, iluminando el rostro decidido del joven. Había pasado por exámenes exhaustivos y varias investigaciones para asegurarse de que no estuviera involucrado con Sam. Ahora, estaba listo para retomar su lugar y demostrar que estaba bien.

Acaba conmigo | hyunin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora