OSCURIDAD [ 2DO LIBRO]

capítulo 7

Chicas, aquí el capítulo 7 espero les guste...

Quería recordarles lo importante que es para mí sus votos y comentarios por párrafo, así podré saber que piensan si le está gustando o que les gustaría cambiar algo de la trama.

Sin más, disfruten el cap.

Ethan

Termino de trenzar mi cabello y ajusto las vendas en mis manos. Nuestra crianza fue más cruel que la de cualquier otro niño que haya crecido dentro de la mafia. Y si la nuestra fue dura, la de Hades fue un verdadero infierno.

Sheol nunca se quejó. En su mente siempre estuvo presente que era el heredero, que no debía mostrar piedad, que era superior. Desde muy niño se apartó de las cosas "banales", como él las llama. Mientras los niños jugaban en los parques, a él lo encerraban en una bodega para enseñarle resistencia. Mientras otros deseaban juguetes por Navidad, él aprendía a cortar gargantas.

Nunca tuvo amigos, ni mucho menos novias. De hecho, creo que no conoce siquiera el significado de la palabra. Siempre hay un vacío en sus ojos, salvo cuando tiene frente a él un auto de carreras. Ares y yo, gracias a nuestro padre, tuvimos un atisbo de infancia, aunque igual fue dura. April, por su parte, es una princesa, pero eso no la exonera de ser un arma más en esta familia. Todos, sin excepción, fuimos criados para cumplir una función diferente, pero con un fin común: quien rompa las reglas de los Zeurqram está muerto.

Estamos en lo que Sheol llama el Purgatorio, una enorme bodega a las afueras de Londres, donde el aire está cargado de muerte, óxido y sangre. Aquí es donde entrenan nuestros hombres, donde se libra lo más bajo de las peleas, porque si dos entran, solo uno sale con vida. La única regla que existe es que, entre Sheol, Ares y yo no podemos pelear entre nosotros.

No esta muy lejos de ser un infierno este lugar, Hace un calor de mierda, estoy sin camisa y mis tatuajes brillan del sudor que corre por mi piel, termino de salir al gran circulo y esta Sheol dejando un rastro de sangre. Hoy le entregan el poder hoy firma como el nuevo líder en Europa, hoy el cabron sube al trono, y los del concejo se hacen mierda en los pantalones por ello.

Sheol en el centro, su mirada fija en su oponente. Sus ojos, normalmente de colores diferentes, ahora parecen negros, oscuros como pozos sin fondo, llenos de la adrenalina que corre por sus venas.

El otro tipo ya tiene la cara cubierta de sangre, los golpes de Sheol han sido implacables. Apenas puede mantenerse en pie, tambaleándose con cada paso. En cambio, mi primo parece intacto, con la excepción de un pequeño corte en el labio que apenas le ha arrancado una gota de sangre.

Sin embargo, no es el dolor lo que lo mueve. Hades nunca supo lidiar con la adrenalina. Una vez que comienza, no sabe cómo detenerse. Y lo mismo pasa con Ares. Tal vez por eso pelean tanto entre ellos, porque en el fondo son más parecidos de lo que admiten.

En un movimiento rápido, casi imperceptible, Sheol saca una pequeña navaja de su bolsillo. El brillo del acero reluce bajo las luces parpadeantes de la bodega. Sin pestañear, la hoja atraviesa el pecho de su oponente. La sangre mana de la herida abierta, y el tipo cae de rodillas.

Hades da un paso atrás, su respiración acelerada, pero su rostro sigue siendo el mismo, frío, distante. Es como si en ese momento no fuera capaz de reconocer nada más que la violencia.

La muchedumbre ruge de euforia, gritos y aplausos llenan el aire. Aquí, un muerto es motivo de celebración. Las putas reparten tragos y drogas. Otro hombre ingresa al círculo, desafiándolo, que aún empuña su navaja con firmeza. El nuevo contrincante es corpulento, sus manos se cierran en puños, pero no es más grande que mi primo. El tipo escupe al suelo y comienza a caminar hacia Hades, intentando intimidarlo con su tamaño y actitud. Pero todo lo que logra es hacer que Sheol sonría, esa sonrisa que sólo significa caos.