Capítulo 15

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Chicas, aquí el capítulo 15 espero les guste...

Quería recordarles lo importante que es para mí sus votos y comentarios por párrafo, así podré saber que piensan si le está gustando o que les gustaría cambiar algo de la trama.

Sin más, disfruten el cap.

Hades

Parte I

"Supe que irías tras el hombre del bar y la cabeza de tu padre. Uno es mi socio minorista y el otro es el alcalde de una ciudad que está bajo mi poder. Si fallas o algo sale mal, seré yo quien te mate a ti."
Hades

Termino de enviar el mensaje y guardo el celular en el bolsillo de mi abrigo.

—Sheol está aquí—anuncian mis hombres mientras el elevador asciende, lento. Insoportablemente lento.

Mi agenda está copada hasta el tope: informes, reuniones, números que confirman que sigo en la cima del maldito mundo. Los pasillos de mi empresa son silenciosos, impecables, como a mí me gusta. Micaela camina detrás de mí, tratando de mantener mi paso.

—Tu padre te estuvo llamando—dice, acelerando el ritmo para igualarse—. Insiste en saber por qué tomaste un vuelo comercial la semana pasada.

No me molesto en mirarla.

—¿Cuál es la novedad?

—No sé—su tono destila ironía—. Tal vez porque eso es raro para ti. ¿Por qué no te gusta que te digan "pobre Hades" o "pobre Sheol"?

Me detengo frente a la puerta de mi oficina y la miro por encima del hombro.

—La palabra "pobre" no va en la misma frase que mi nombre. Jamás. Los humanos podrían confundirse.

Ella suelta una risa baja, casi atrevida.

—Bueno, es la misma razón por la que todo el mundo quiere saber por qué, teniendo varios jets privados, viajaste con "humanos"—hace comillas con los dedos—en un vuelo comercial.

Me dejo caer en el sillón de mi oficina mientras su pregunta se queda en el aire. La verdad arde, pero no la dejo salir.

Estaba en Japón con Ethan, interceptando varios contenedores de esmeraldas. Haciendo lo que mejor sé hacer: arruinarle la vida a un maldito chino que pensó que podía jugar en mi territorio. Una misión como cualquier otra... hasta que se cruzó con la graduación de Miller.

El recuerdo me golpea antes de que pueda bloquearlo. Ella de pie, con esa sonrisa que siempre trata de ocultar, recibiendo su medalla. No podía arriesgarme a alertar a nadie de mi ubicación. Viajar en un vuelo comercial con humanos fue la única opción.

Nadie lo sabe. Ni Ethan.

Cierro los ojos un instante, un instante nada más, y respiro hondo. Cuando los abro, Micaela sigue ahí, esperando.

—¿Algo más? —pregunto con frialdad.

—A las 11:30 tienes la reunión del crecimiento de acciones. A las 2:00, una videollamada con el comité ejecutivo, y esta noche una cena de suma importancia...

Sigue hablando sandeces, mientras reviso que Gabriele me compartió el nombre y habitación donde se esta quedando la pelirroja.

—Sal —le ordeno a micaela sin mirarla.

—Pero aún no termino...

—A veces me pregunto si eres sorda —la corto.

Termina de salir de la oficina dando un portazo, dos años han pasado desde que la envié a la misión, dos años en que me encargué que la rubia compañera de cuarto tuviera guardia cuando Ocaso dormía, solo para yo poder verla de cerca y poder tocarle el cabello.

OSCURIDAD [ 2DO LIBRO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora