Capítulo 12: Arriesgarse

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El extra de hoy! 🤩

CONVIVIENDO CON MI EX.

Capítulo 12: Arriesgarse.

-Huyendo de mi nieto, ¿cierto?

Se atragantó con el café y comenzó a toser. Había ido a visitar a Totosai para desayunar, todo con el fin de huir de Inuyasha... Y él lo había deducido en menos de media hora, ¿tan obvia era?

El día anterior, justo después de que Sesshomaru y Rin regresaran, había evitado a Inuyasha todo lo que restó del día. Prefirió pasar tiempo con Rin y las gemelas; se adelantó a la habitación y fingió estar dormida cuando Inuyasha había regresado.

-¿Huyendo? No sé de qué habla -se limpió con una servilleta y continuó desayunando. Totosai le sonrió antes de continuar su desayuno.

-No puedes engañar a este viejo -ella suspiró, él tenía razón-. Todo va tal cual pensé...

-¿A qué se refiere?

-Pues... -Se encogió de hombros-. Tu sabes a qué me refiero... Es inevitable que no surja nada de unas personas que comparten el día y duermen bajo el mismo techo.

Aquel comentario la dejó pensando el resto del desayuno. Totosai tenía razón, Inuyasha había vuelto a hacer estragos en ella, en ella y su tonto corazón... Esto la tenía entre la espada y la pared. Continuó platicando con Totosai un tiempo más, evadiendo ese tema, hasta que llegó la hora de irse.

-Gracias por tu visita, niña -le sonrió con ternura y ella le regresó el gesto.

-A usted, por soportarme este par de horas...

-¡No eres molestia! -negó con la cabeza-. Vuelve de nuevo, quiero que me sigas contando sobre mi adorable bisnieta.

-Así lo haré -le depositó un beso en la mejilla y se alejó.

-Y, Kagome... -se detuvo al instante y giró a verlo-. Deja de huir de lo que sientes.

Tragó saliva, era fácil decirlo, pero no podía... No debía.

Se abrazó a sí misma justo después de salir del cuarto. El día anterior se la pasó huyendo por completo de Inuyasha, de lo que había conocido de él. Pero de lo que más había intentado huir, fue de lo que sentía cuando estaba con él. Cada vez le resultaba más difícil ocultar sus sentimientos. Todos los días de aquellos largos años se repitió las razones por las que él no debía formar parte de su vida, por las que debía odiarlo y dejar de sentir aquellos sentimientos. Pero ahora sabía, que nada había funcionado. Seguía siendo la misma chiquilla tonta, y eso estaba dificultando más las cosas en ese instante... Porque le resultaría doloroso cuando la semana llegara a su fin. Recibiría el dinero, renunciaría, y nunca más tendría que cruzar palabra con él. Estaría a salvo de Inuyasha... Y se libraría de muchos problemas. Ahora le resultaba triste aquello, no tenía opción.

-¡Ahí estás! -La voz provenía al final del pasillo, y sonaba a un furioso Inuyasha.

Sintió la necesidad de huir, puesto que Inuyasha parecía molesto. ¿Y cómo no estarlo? La noche anterior -después de evitarlo el resto del día con éxito- fingió estar cansada y fingió quedarse dormida cuando entró a la habitación. Y antes de que él despertara, se escabulló y se arregló en una habitación diferente, para no despertarlo y tener que enfrentarlo. Sabía que él quería una explicación de estarlo evitando, pero ella no podía dársela. Aún no se le ocurría una mentira creíble... ¡Demonios! En menos de una semana había dicho más mentiras que nunca. Le estaba resultando más difícil recordar cada una de ellas, incluso había empezado a dejar notas en una app de su móvil. Estaba en una enorme telaraña que tarde o temprano la tormenta se llevaría,... Esperaba que eso no pasara mientras estuviera en esa casa.

Conviviendo con mi ExDonde viven las historias. Descúbrelo ahora