Capítulo 19: Cazadores en la Oscuridad

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El sonido del motor de la camioneta rugía mientras desaparecía en la distancia, llevándose a Peter y Cassie, aún inconscientes, atados y sin posibilidad de defenderse. Yelena se sentía impotente, sus músculos tensos y su cuerpo adolorido después del impacto contra el muro. Había fallado. Kate se había ido, bajo el control de su padre, y ahora Peter y Cassie también estaban en peligro. La sensación de derrota la envolvía, haciéndola tambalearse mientras intentaba ponerse en pie.

Antes de que pudiera procesar sus próximos pasos, escuchó los apresurados pasos y el sonido inconfundible de Lucky jadeando cerca de ella. Antes de que Yelena pudiera girarse completamente, el perro ya estaba encima de ella, empujándola con su hocico y lamiendo su rostro con una intensidad emocional que revelaba la preocupación del animal. Lucky se movía con una urgencia inusual, sus ojos brillando de preocupación, como un niño corriendo hacia su madre después de perderse.

Lucky no solo estaba emocionado de verla, sino también aterrorizado por lo que había sucedido. Como si supiera que algo andaba mal. Se acurrucó contra Yelena, empujando su cabeza contra su regazo, como un hijo buscando consuelo en su madre después de una pesadilla. Yelena, por un momento, cerró los ojos y pasó sus dedos por el pelaje suave de Lucky, sintiendo un extraño consuelo en esa conexión tan pura.

"Lo sé, chico... lo sé," murmuró, mientras acariciaba su cabeza, los latidos de su corazón disminuyendo un poco. "Yo también estoy asustada." Lucky le lamió la mano una vez más, insistente, como si intentara decirle que no estaba sola. Era como si él supiera que ella necesitaba esa fuerza.

Lucky, inquieto, comenzó a caminar a su alrededor, vigilando el lugar como si pudiera percibir que el peligro seguía cerca. Yelena se levantó lentamente, todavía tambaleante, pero fortalecida por la energía que le transmitía su nuevo compañero.

De repente, Lucky comenzó a olfatear el aire con energía, moviéndose nerviosamente. Un destello de esperanza cruzó la mente de Yelena. Lucky... Dejando de lado los rastreadores o cámaras de vigilancia, nunca intentaron algo mas tradicional, el perro había pasado tanto tiempo con Kate que quizás... quizás podría seguir su rastro.

Yelena se agachó frente a Lucky, tomando su cara entre sus manos, mirándolo directamente a los ojos. — "Escucha, chico," dijo, su voz suave pero firme. "Necesito que hagas algo por mí. Kate está en peligro, y tú eres el único que puede ayudarme a encontrarla."

Lucky ladeó la cabeza, su expresión parecía casi humana, como si comprendiera la gravedad de la situación. Luego olfateó la chaqueta de Yelena, que tenía el tenue olor de Kate. Sin dudarlo, Lucky comenzó a correr hacia una dirección concreta, con el hocico pegado al suelo.

Mientras Lucky seguía el rastro de Kate, el corazón de Yelena palpitaba con una mezcla de esperanza y miedo. Sin embargo, justo en ese momento apareció América Chavez, jadeando mientras trataba de ponerse al día. — "¡Yelena!" — gritó, corriendo hacia ella. — "Intenté seguir la camioneta, pero se alejaron demasiado rápido. Peter y Cassie... no pude alcanzarlos..."

Yelena la observó por un momento, notando cómo América se inclinaba ligeramente, intentando recuperar el aliento. La diferencia era clara. Yelena, a pesar de haber sido golpeada brutalmente y de la intensa persecución, estaba completamente enfocada, su condición física intacta. Mientras tanto, América respiraba con dificultad, el sudor perlaba su frente.

"¿Estás bien?" — preguntó Yelena con un toque seco en la voz, levantando una ceja. — "No estamos ni cerca del final, y ya te estás quedando atrás."

Secretos entre Disparos y Flechas (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora