Secretos entre Disparos y Flechas (Terminada)

Capítulo 14: Abrazos en la Oscuridad

Lo prometido es deuda, asique aquí esta el capitulo del lunes. También aprovecho para decirles que no voy a publicar por un tiempo, pero planeo seguir con la historia, creo que por ahí de 3 o 4 semanas vuelvo. Love you

[...]

Después de unos momentos, Kate respiró hondo, tratando de calmarse. No podía permitirse perder el control ahora. Salió del baño y encontró a Yelena aún de pie junto a la puerta, observándola con una expresión que para ella era indescifrable.

La expresión de Yelena se había vuelto seria y dura, queriendo reclamar la escena que había presenciado. Sin embargo, la de Kate era de dolor y de necesidad, así que, sin pensárselo mucho, se movió rápidamente para abrazar a Yelena.

El fuerte abrazo de Kate hizo retroceder un poco a Yelena. Ese gesto la había sorprendido, no se atrevió a devolver el abrazo porque sus manos estaban manchadas de sangre. "Lo siento" escuchó decir a la arquera en voz baja.

Yelena sabía que lo que había sentido eran celos, pero eso solo era una confirmación más de lo mucho que amaba a Kate. Finalmente, devolvió el abrazo, sintiendo que todas sus emociones encontraban un punto de calma en ese contacto.

Kate se aferró a Yelena, su respiración temblando ligeramente mientras encontraba consuelo en su presencia. "Yo no quería que me diera un beso, solo estaba jugando con él para mantener el control. No quería que te hiciera daño. Fue lo primero que se me ocurrió," susurró, su voz temblando. "Lo siento, Yelena. No te estoy traicionando. Debería haber pensado en otra cosa, no haber actuado por impulso. Te quiero. Por favor, no pienses que no lo hago. No quiero fallarte, no quiero perder todo lo que hemos logrado por esto. Por favor, perdóname."

Kate se escondió más en los brazos de Yelena, su voz quebrándose al final. Sentía las lágrimas amenazando con salir, pero las contuvo, buscando fortaleza en el calor del abrazo de Yelena.

Yelena, sorprendida por la desesperación en la voz de Kate, sintió su enojo desvanecerse. La rabia que había sentido se disolvió, reemplazada por una profunda compasión. "Respira" dijo con suavidad, acariciando la espalda de Kate con su mano limpia, manteniendo la otra cuidadosamente alejada. "Respira, detka."

El cuerpo de Kate temblaba, pero poco a poco, con cada caricia reconfortante, empezó a relajarse. Las palabras de Yelena, tan sencillas y llenas de cariño, eran un bálsamo para su corazón agitado. "Todo está bien," murmuró Yelena, su voz firme y llena de amor. "Te creo."

Kate asintió, sus lágrimas finalmente cayendo mientras se aferraba a Yelena con más fuerza. Aún abrazada, Yelena atrajo a Kate hacia la cama y, con una suavidad inesperada, se dejó caer sobre el colchón, llevando a Kate consigo.

Ambas se quedaron en silencio por un momento, escuchando solo el sonido de sus respiraciones. Yelena continuó acariciando la espalda de Kate, su toque ofreciendo consuelo y seguridad. "Estoy aquí," susurró Yelena, sus palabras resonando en el silencio de la habitación. "Siempre estaré aquí."

Kate cerró los ojos, dejando que la calidez y el amor de Yelena la envolvieran por completo. Se acurrucó más cerca, sintiendo cómo el peso de sus preocupaciones se desvanecía lentamente. En ese momento, nada más importaba. Estaban juntas, y eso era todo lo que necesitaban.

No pasaron muchas horas, quizás unas tres, desde que ambas se quedaron dormidas. Kate fue la primera en conciliar el sueño, gracias a la comodidad y el confort que sentía al lado de Yelena. Por su parte, Yelena también sucumbió al sueño, tentada por la cercanía del cuerpo de Kate ligeramente sobre ella, sintiendo su suave respiración ir y venir.