Secretos entre Disparos y Flechas (Terminada)

Capítulo 2: Después de la Tormenta

Después de un rato, Yelena comenzó a sentirse más capaz de caminar sin la ayuda de Kate. Aunque al principio su contacto le producía una extraña sensación de cosquilleo, ahora se sentía lo suficientemente firme como para seguir adelante por su cuenta. Sin embargo, aún sostenía con cuidado una herida en su abdomen, la cual la hacía sentir vulnerable.

Yelena luchaba por comprender la complejidad de sus sentimientos hacia la mujer alta que caminaba a su lado pues ella sabía que sus emociones iban más allá de las normales cuando se trataba de Kate Bishop. La idea misma era desconcertante para Yelena, quien siempre había sido independiente y desconfiada de los lazos emocionales, razón por la cual nunca más volvió a tener contacto con Kate Bishop después de lo de Nueva York.

A medida que avanzaban hacia la nave, Yelena se encontraba cada vez más dividida entre el deseo de alejarse de Kate y la necesidad de estar cerca de ella. Por un lado, temía abrirse demasiado y exponer sus vulnerabilidades, pero por otro, anhelaba la conexión que sentía al ver a Kate Bishop pero eso es algo que ella nunca diría en voz alta. La cercanía de Kate Bishop, su preocupación genuina y su apoyo inquebrantable, despertaban en Yelena una sensación de calidez que no sabía cómo manejar. Era como si su corazón estuviera luchando contra su instinto de autoprotección, dejándola en un estado de confusión emocional que amenazaba con desbordarla.

...

Al llegar afuera de la nave, Yelena se detuvo de repente, su expresión seria y decidida mientras enfrentaba a Kate con determinación. "Hasta aquí llego, Kate. No puedo seguir adelante", anunció, su voz firme y resuelta.

Kate frunció el ceño, su mirada llena de sorpresa y preocupación mientras luchaba por comprender las palabras de Yelena. "Pero Yelena, necesitamos que estés con nosotros. No podemos hacer esto sin ti", respondió, su tono lleno de urgencia y determinación. "Te necesito..." Su voz se desvaneció ligeramente al final, revelando la vulnerabilidad que rara vez mostraba.

Yelena desvió la mirada, sintiendo el peso de las palabras de Kate sobre sus hombros. Por un instante, se preguntó si Kate realmente necesitaba su ayuda o si simplemente no quería que se alejara. La idea de ser indispensable para alguien, especialmente para alguien como Kate Bishop, era tanto halagadora como aterradora.

Kate respiró profundamente, sintiendo la urgencia de mantener a Yelena cerca, aunque fuera solo por un tiempo más. "Yelena, al menos permíteme ofrecerte un lugar para descansar y recuperarte", dijo con sinceridad, sus ojos buscando los de la otra mujer en busca de alguna señal de acuerdo. "Puedes quedarte en el complejo de los Young Avengers o en mi apartamento en Nueva York. Necesitas tiempo para sanar"

Yelena escuchó atentamente las palabras de Kate, su expresión indecisa mientras consideraba la oferta. Después de un momento asintió lentamente. "Está bien, aceptaré tu oferta", respondió con cautela. "Pero quiero dejar en claro que no quiero tener nada que ver con S.H.I.E.L.D. o con... Tu equipo."

Kate asintió comprensivamente, respetando la postura de Yelena. "Lo entiendo, Yelena. Puedo asegurarte que no tendrás que enfrentarte a nada que no quieras", aseguró con seriedad. "Mi apartamento es discreto y seguro. Podrás tener el tiempo y el espacio que quieras."

Yelena rodo los ojos recordando que ella misma había entrado a su apartamento sin ningún problema debido a la poca seguridad que tenia Kate Bishop. Aun así, con tener un lugar donde curar sus heridas iba a ser suficiente para ella.

Kate tomo el control de la situación una vez subieron a la nave. Aseguró que todo estuviera listo para un viaje tranquilo de regreso a Nueva York, dando instrucciones al equipo a bordo de la nave, y asegurándose que Cassie estuviera cómoda para el viaje. Kate sentía como si estuviera siendo evaluada con cada movimiento o palabra que decía por Yelena. Además de eso, todo el resto del equipo también estaban en guardia, tratando de procesar lo ocurrido y lidiando con sus propias emociones.