Capitulo 20: Llegando al final

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América Chavez corrió hacia Yelena y Kate, intentando unirse a la pelea. Pero antes de que pudiera intervenir, una serie de disparos rompió el aire. Agentes de Dereck Bishop emergieron de las sombras, armados y listos para atacar. Los hombres, vestidos con trajes tácticos negros, avanzaron hacia América.

"¡Maldición!" — murmuró América, levantando sus puños, lista para enfrentarse a ellos.

Yelena, aún bloqueando los golpes de Kate, gritó hacia América sin perder de vista a su novia. — "¡No te metas entre nosotras, América! ¡Ocúpate de los agentes!"

América la miró, dudando por un instante, queriendo ayudar, pero entendió lo que Yelena le pedía. La pelea entre Yelena y Kate era personal, una batalla que necesitaba resolver por sí misma. Asintiendo con firmeza, América corrió hacia los agentes de Derek, abriendo portales y desapareciendo antes de que los disparos pudieran alcanzarla.

Yelena regresó toda su atención a Kate, quien seguía atacando con precisión mortal. Los golpes dolían más de lo que Yelena había anticipado. Kate estaba bajo un control oscuro, y cada golpe que Kate lanzaba parecía hecho para destruirla. Yelena lo sabía: Kate no estaba reteniéndose.

"¡Kate, maldita sea, despierta!" — gritó Yelena, mientras bloqueaba una patada dirigida a su cabeza.

Pero no había respuesta. Kate atacaba sin piedad, sin detenerse a escuchar las súplicas de Yelena. No quedaba ni un rastro de la persona que alguna vez había sido.

A lo lejos, Derek Bishop observaba la pelea con una sonrisa de satisfacción, mientras Eleanor a su lado intentaba mantenerse firme, pero su rostro estaba marcado por una creciente incomodidad. Dreamqueen se mantenía cerca de ellos, una presencia oscura y maliciosa, observando todo con una sonrisa cruel mientras jugaba con los dedos de su mano de la cual brotaba un aura oscura.

"Mira lo poderosa que es ahora," murmuró Dereck en voz baja hacia Eleanor. "Este es el verdadero destino de Kate. Ella siempre estuvo destinada a ser más, a ser invencible."

Eleanor, con el ceño fruncido, observaba a su hija luchando de manera despiadada contra Yelena, la persona que Kate llego a contarle que estaba enamorada caundo ella estaba en la carcel, no podía ignorar el vacío en los ojos de Kate, ese brillo antinatural que no pertenecía a su hija. Apretó los puños, cada vez más incómoda con lo que estaba presenciando.

"No parece ella," murmuró Eleanor, su voz temblando un poco. "Esto... esto no está bien, Dereck."

Dereck se giró hacia ella, suavizando su tono, con esa sonrisa cálida y convincente que siempre había usado para tranquilizarla. — "Eleanor, te prometo que jamás le haría daño a Kate. Siempre he amado a ambas, y todo esto es para protegerlas. Se que aun no confias en mi por haber finjido mi muerte pero me fui para mantenerlas a salvo... Kingpin estaba tras de mí, y si me quedaba, las hubiera destruido. Todo lo que he hecho es para fortalecer a Kate. Esto es por su bien."

A pesar de sus palabras, la incomodidad en Eleanor solo crecía. Dreamqueen, parada junto a ellos, era un recordatorio constante de que algo oscuro había tomado el control de su hija.

"Confía en mí, querida," insistió Dereck, acariciándole el brazo. "Lo entenderás pronto. Kate está destinada a ser algo grande. Todo esto es necesario."

Eleanor miraba a su esposo, confusa. Quería creerle. Después de todo, Dereck siempre había tenido esa habilidad, esa facilidad para hacer que todo pareciera estar bien. Pero ahora, había algo profundamente mal en todo esto, y no podía ignorarlo. Dreamqueen, parada a su lado, irradiaba una energía tan oscura que Eleanor sentía que el aire a su alrededor se volvía más pesado. Su presencia era casi asfixiante.

Secretos entre Disparos y Flechas (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora