PRÓLOGO

95 12 0
                                    

<><><><><><><><><><><><><><><><><><><><><><><>

Asesino

<><><><><><><><><><><><><><><><><><><><><><><>

Primero se movió un dedo. Luego un ojo se abrió. El olor fue lo siguiente que sintió, tras su largo descanso. Podía oír a personas en la zona. Eran muchas. Y parecían... ¿agentes?

Se incorporó con velocidad. Lo más probable, es que sea a él quien estén buscando. Miró a su alrededor. El accidente habrá tenido lugar hace unas horas. Sólo recordaba haber caído por el precipicio luego de la pelea con el estúpido policía.

Se toco la frente. Un gran chichón fue todo lo que sintió. Gruñó, molesto. Tenía suerte que podía mantenerse en pie, pero, ¿podría caminar? Dio un paso, tembloroso. Luego otro. Y otro. No parece que tenga muchas dificultades pensó.

Miró lo que tenía. Una pistola con tres balas. Recordaba haber disparado al muchacho. Un cuchillo de enorme filo. Y a Él. Podía sentir aquella vocecilla inmunda en su cabeza, diciéndole que hacer: muévete, empuña el cuchillo, ve hacia ellos.

Mátalos.

Cada vez se le hacia más difícil ignorar aquella voz. Pero hacia lo que podía. Se golpeó con el mango del cuchillo, acallando a Él. Sin embargo, el golpe fue tan fuerte que perdió el equilibrio. Pudo oír que los oficiales se dirigian al lugar donde oyeron un golpe seco. Mierda.

Echó a correr. Sin embargo, no en dirección opuesta. Sacó su pistola, y de un solo disparo en la cabeza, preciso como solo un psicópata podía hacerlo, eliminó a los tres que tenia enfrente.

El resto sacó sus respectivas armas. Eran seis. Tres menos, los tres con un arma de fuego. Pero había algo en lo que confiaba aún más que en un arma de fuego: su cuchillo.

Se movió cuan felino entre los árboles, usándolos de escudos y de zigzag para confundir y despistar a los agentes. Hasta que los cartuchos estuvieron vacíos. Salio de su zona segura. Uno de ellos ya había alcanzado a recargar su pistola, pero los otros dos no. Y el asesino aprovechó eso.

Le hizo un tajo en el cuello al más cercano, al rubio. La chica, que se quedó en shock por ver morir a su compañero, fue la siguiente, solo que, a diferencia de su compañero, el asesino le agarro de la cola de caballo y la levantó con una fuerza que parecía sobrenatural, pero que, en realidad, era la fuerza de un demente, y la estampó contra un árbol, dejándola agonizando.

Pudo ver que el último agente ya le estaba apuntando. Alcanzó a apartarse para evitar que el disparo fuera mortal, pero no para evitar recibirlo de todas formas. Gruñó de dolor cuando la bala le atravesó el hombro, y vio con los ojos cargados de furia al autor del daño. Ya vas a ver.

Se cubrió con un árbol, donde la bala se clavó. Una... Luego rodó, y dos balas le rozaron la ropa algo destruida. Dos. Tres. Arrojó su cuchillo, no para hacer daño, sino para que el último disparo, la última bala, no fuera hacia él. Cuatro. Más la que lanzó...

El oficial vio con absoluto horror que su cargador estaba vacío. Y echó a correr, escapando, o intentando escapar, de su destino. Oh, ni se te ocurra.

Corrió. Lo alcanzó. Lo tacleó. Lo miró a los ojos. Vio el pánico reflejado en ellos. Y Jensen descubrió que le causaba un placer morboso. Lo ahogó. Le agarró el cuello con tanta fuerza que sintió un crack. Al sacar la mano, la garganta estaba morada.

Se levantó con una sonrisa, y miró a la chica restante, quien se arrastraba sollozando.

—No puedes escapar de mí— dijo Jensen.

—¡No!— al momento de gritar, se agarró el costado derecho, con dolor—. Por favor... piedad...

—Es hora de morir.

Jensen le pisó el costado derecho, donde se agarraba. Y ejerció presión. Con cada hueso roto, el asesino se deleitaba más y más. Con cada quejido de la chica, con cada lágrima, con cada gemido.

—Mátala— ordenó Él, quien, durante toda la matanza, se mantuvo al margen, sin intervenir.

Fue una masacre que duró horas. Horas de agonía. Horas de tortura. Horas de sufrimiento y placer a partes iguales. Cuando salió la luna y los lobos comenzaron a aullar, la agente estaba irreconocible.

—Y ahora— dijo Él—. Mátalos a todos.

<><><><><><><><><><><><><><><><><><><><><><><>

NOTA DE AUTOR

Supuestamente debía escribir todos los capítulos... ñe, detalles. Me emocione. Bienvenidos al segundo lindo de "Oportunidad Única".

El foco en esta ocasión estará en Ally. ¿Sobrevivirá a su temporada? Bueno, eso está por verse.

Chaoitooo.

Sombras de lo que Fue (OU #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora