Y he llegado a la conclusión de que debo morir.
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Cambiar
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Aunque le costó un poco, Oliver terminó acostumbrándose a las fotos del desaparecido Chris McLean, padre de su actual jefa, que Kristal colgaba por toda la tienda de la producción. La ceremonia de eliminación había concluido con las eliminaciones de Yul y Kai, quien en realidad renunció. Cuando le preguntaron el motivo, el peliverde se encogió de hombros y dijo una sola frase, que explicaba mucho menos que lo que todos querían. "Era mi destino ser eliminado hoy".
Kristal se apoyó en la mesa. Habían otras fotos repartidas por todos lados: personas que habían muerto hace diecisiete años en una masacre mundialmente conocida, imágenes de baja calidad que realmente no mostraban otra cosa que las sombras de lo que fue aquello. Estaba estresada. Se le veía a lo lejos.
-¿Sabes por que acepté este trabajo, Oli?
-No señorita Kristal- respondió este, tartamudeando un poco.
Kristal suspiró. Tomó una foto al azar, la única decente de Chris (es decir, que no salía posando de forma sexy) y la acarició. Posiblemente con una mezcla entre tristeza y odio. Posiblemente añorando volver a estar con él.
-Hace diecisiete años, mi padre compró una isla e instaló en ella un campamento de mala muerte llamado Wawanakwa. Su intención era que veintidós adolescentes compitieran entre sí por el premio de cien mil dólares- suspiró, melancólica-. Ese mismo año, tan solo siete de los veintidós volvieron con vida.
>>Y mi padre... también lo dan por muerto. Chris era un desgraciado, pero... ¿tan desgraciado como para merecer la muerte? Lo dudo. En todo caso, he estado tras su pista desde entonces. Y... creí que si me volvía conductora de un reality show, tal como él quería... quizás pudiera encontrar pistas de su paradero.
Oiver oyó anonadado como la voz de Kristal se quebraba y ella rompía a llorar. Y él no sabía que hacer. Nunca había sido bueno con los sentimientos, menos tratándose de sus jefes. Se acercó e, inseguro, le pasó un brazo por la espalda.
-Estoy seguro de que sus esfuerzos no serán en vano, señorita... ¿Kristal?- de repente, Kristal había abrazado a Oliver, y comenzó a llorar en su cuello. Tan solo quería estar ahí.
Y llorar todo lo que no había llorado en diecisiete años.
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Ally planeó su movimiento durante muchas semanas. Mucho antes de que Campamento Desventura comenzara, de echo. Se había imaginado aquel momento una y otra vez, imaginando los cambios que produciría y lo mucho que ella se beneficiaría. Pero nunca averiguó una cosa. ¿A quienes cambio?
Tenía la carta que le proporcionaba una ventaja significativa en el juego. Podría manipular sin muchos problemas las cosas ahora. Solo debía decidir a quien enviar y a quien traer. Si traía a alguien que le importaba, debía procurar ganar todos los desafíos a partir de ahora. Tragó saliva.
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Sombras de lo que Fue (OU #2)
FantasyAlly se prepara para enfrentar el mayor reto de su miserable vida: la segunda temporada de Campamento Desventura. Lo último que quiere, siendo francos, es ver todas esas caras que sabe han muerto en un futuro horrible. Pero debe hacerlo. Sobre todo...