Izuku Intimidado

Izuku Borracho

Izuku entró en la mansión con el corazón palpitando de miedo. Tenía mucho miedo y no sabía a qué debía tener más miedo.

Nunca había estado en una fiesta. Todos los que iban allí eran desconocidos para él.

Y allí estaban un puñado de depredadores sexuales que tenía el lujo de saber que estaban dentro.

Tiró de las mangas de su sudadera y trató de calmarse mientras la música sonaba a su alrededor, tronando en su pecho.

Caminó por el lugar y notó que nadie le prestaba atención.

Hubo conversaciones ocasionales sobre la invitación a un estudiante de primer año, pero la ambivalencia adolescente temeraria lo mantuvo a salvo de cualquiera que quisiera presionarlo al respecto.

Se quedó de pie, incómodo, en un rincón, mientras un brazo le rodeaba el cuello desde atrás.

—¡Midori! ¡Lo lograste! —gritó Mina con un vaso rojo de plástico en la mano.

Izuku tembló nerviosamente. "S-sí-"

—¡Es broma! ¡Sé que no tuviste otra opción! —se rió antes de ofrecerle la taza.

"¡Aquí tienes!" sonrió ansiosamente.

Izuku tomó la bebida y respiró tan tranquilamente como pudo.

—Gracias —dijo, y se quedó allí, incómodo.

—¡Aquí es donde lo bebes , Midoriya! —La voz de Toru se rió desde una camisa flotante y un par de pantalones cortos.

Izuku intentó no sentirse agobiado. Intentó ser informal para tal vez poder salir de esto.

"Yo-uh-"

Momo se acercó y sonrió con buen humor. "Todos dicen que la mezcla es buena. Trabajé duro en ella, Midoriya. ¿No le darás una oportunidad?", preguntó con decepción.

¡Parecía que realmente tenía una opción! La idea le dio un poco más de confianza.

—Te lo agradezco, pero no bebo —dijo con una sonrisa frágil.

—Nunca has intentado beber —corrigió Mina, con sus ojos dorados brillando.

Izuku evitó su mirada y se frotó la nuca. —Aun así, no sé cómo reaccionaría. Así que no sería inteligente por mi parte...

—¿Sabes qué realmente no sería inteligente? —Ochako llegó con Tsuyu a su lado y le sonrió a Izuku con los ojos cerrados.

"Oh-"

"No hacer lo que la gente te dice cuando estás en un lugar en el que nunca has estado, impotente ante todos ellos, y esas personas están guardando tu pequeño y sucio secreto " , finalizó sin más, sin sonreír.

Izuku sintió que esa pequeña pizca de confianza se desvanecía y agarró la taza con un gemido.

"Aparecí como querías, ¿realmente tengo que...?"

—Bebe el maldito ponche, Midoriya —siseó , haciéndolo estremecerse y apresuradamente llevar la taza a sus labios.

Algunos del grupo se rieron mientras él bebía la dulce mezcla alcohólica hasta vaciar la taza.

Le hizo sentir calor. Hipó un poco y trató de sacudirse esa extraña sensación, mirando a Ochako un poco aturdido.

Ochako sonrió con satisfacción al ver que su obsesión era un peso ligero total.

—No está tan mal, ¿verdad? —Ochako sonrió oscuramente antes de pasarle otra taza.

"De nuevo."