4 - Solo una noche

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PDV Violeta

Llevaba un mes trabajando con Chiara y mi padre. El primer día pareció ser mucho mejor de lo que me esperaba todo el siguiente mes, porque el ambiente laboral estaba lleno de estrés, caras malhumoradas, sonrisas sarcásticas y regaños.

Regaños.

Me equivoque dos veces con cosas casi insignificantes y la señorita Oliver me regaño de una forma que pondría a cualquiera a temblar ¿A mi? Bueno a mi no me puso a temblar precisamente. No sabia que tan enfermo era pero que me gritara mas bien encendió mi calentura, porque no podía evitar preguntarme una cosa: ¿Qué pasaría si Chiara desatara toda esa tensión y enojo conmigo; pero en la cama?

Me disculpe y ella pareció notar cuan afectada estaba pero como es una mierda solo me gruñó "Deja de mirarme así y
resuélvelo" acto seguido me señaló la puerta con su dedo.
Maldita bastarda.

Ahora era mi día libre. Sábado por la noche y estaba saliendo de una fiesta. No había tomado casi nada, solo porque quería estar cuerda para la noche. Había salido con Lucas, un chico de la preparatoria con el que tenía una maravillosa relación amigos-con derechos. Estuvimos coqueteando y lanzándonos sonrisitas todo el rato en el bar hasta que me dijo que nos fuéramos. Estábamos juntos en un callejón con la tensión a nuestro alrededor y las risitas de estúpidos activando nuestros sistemas.

- No es divertido cuando sólo bromeas - le dije, mirandosu perfil.

Lucas se aproximo a mí, puso su mano en mi barbilla y me acercó hasta que sus labios casi rozaron los míos. Jadee de anticipación y el sonrió de lado.

- ¿Te crees que te invite a mi casa solo para bromear? - preguntó, y se acercó más, pero no me besó, me chupó los labios de forma tentadora. - ¿Crees que puedes coquetear conmigo y esperar que no haga nada al respecto? - Me empujó hasta que mi espalda pegó contra la pared del callejón.

- Entonces haz algo ahora. - dije.

Me impulsé hacia el frente hasta que sus labios encontraron los míos y en ese momento el pareció perder el control.
Empezó a meter sus manos por mis piernas, acariciando mi piel sensible y llena de expectación. Sus besos pasaron a mi cuello y mis manos a su espalda.

- Muéstrame lo que tienes. - gemí, en su oído.

- Vamos a casa.

- Dámelo aquí - dije deseosa - por favor...No puedo esperar.

El pareció prenderse muchísimo ante esto. Sus besos pasaron al camino entre mis pechos y arqueé la espalda. Empuñe su pelo mientras me besaba y gemí suavecito.
Definitivamente lo íbamos a hacer ahí. Estaba llena de adrenalina, de excitación, deseosa y completamente enloquecida. Sus manos intentaron jalar mi vestido hacia abajo y cuando estaba a punto de hacerlo levante la vista para encontrarme con un coche estacionado justo al frente del callejón.

-Luki, Lucas.- lo frené palmeándole la espalda.

Ambos vimos el coche y cuando yo al fin enfoqué mi visión vi que era un BMW negro, pero no cualquiera. Era su BMW negro. Dios.

Una figura alta y oscura emergió del coche y entonces lo supe. Era Chiara.

MIERDA

- ¡Que mierda haces Violeta!- gruñó su voz.

Solté a Lucas como si me hubiera quemado y él se alejo de mi. El muy cobarde se puso detrás de mí cuando vio el cuerpo de Chiara caminar con decisión hacia donde estábamos. Toda la excitación dejó mi cuerpo cuando la vi. Era irónico porque normalmente pasaba todo lo contrario.

- ¡Sube al fucking coche ahora!

- No eres quien para exigirme nada, Chiara. - farfullé un poco molesta por la interrupción.

La socia de mi padre - Kivi Donde viven las historias. Descúbrelo ahora