14 - ¡Dijo que sí!

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PDV Violeta

¿Saben cómo se sintió cuando mi papá me habló sobre el tema de Chiara? Como cuando sacabas una mala nota y te daban el sermón de tu vida, sobre como todo se podía joder por una mala nota. En este caso mi papá me habló de cómo podíamos jodernos mutuamente si no estábamos 100% comprometidas la una con la otra.

Le interesaba mucho que Chiara fuera sincera, pero de alguna forma confió más rápidamente en ella que en mí.

Estuvimos mucho tiempo hablando sobre mi compromiso...
Sí, mi papá confiaba más en Chiara que en mi hablando de compromiso. A partir de ese día que hablaron y que papá habló conmigo hicimos formal nuestra relación. Le di mil besos cuando la vi encualquier lugar del edificio. Caminamos de la mano y salimos casi todos los días.

Estuvimos en su casa por primera vez dos días después de hablar con papá y fue increíble. Comimos, charlamos, bebimos, coqueteamos. Toda ella y yo solas.

Ahora Chiara estaba sentada en su escritorio y yo al otro lado mirándola como idiota.

- Bájate de ahí, Hódar - me dijo con el tono que siempre
usaba.

- Mejor sube conmigo aquí, señorita Oliver - le contesté.

Chiara sonrió. Se levantó del escritorio y metendió su mano.

- Esta mierda me está matando - señaló su oficina con la nariz - ¿Vamos por comida? Muero de hambre.

- Vale - acepté su mano.

Salimos de su oficina tomadas de la mano, las personas alrededor nos miraron un poco asombradas aún. Parecían no poder creer que Chiara al fin estaba de pareja oficialmente, pero tendrían que acostumbrarse.

- Olivia - llamó Chiara.

La señora caminó hacia nosotros. Ella era ahora la asistente en general, porque yo había sido ascendida a asistente personal de Chiara. Claro que ese puesto no existía, pero cuando era asistente general del piso principal tenía que tratar con todos en el edificio y ella no quería eso.

- Voy a salir por unas horas, que nadie mueva un músculo hasta que vuelva.

Seguimos caminando en dirección al ascensor, pero la señora habló un momento después.

- ¿Ni siquiera Chávez?

Chiara se giró de una forma diabólica y la miró.

- ¿Quién carajos es Chávez?

- Encargado de ventas, él está de cumpleaños y pensó que quizás le darían permiso para salir temprano hoy.

- ¿Y quién le dijo que pensara? - preguntó Chiara.

La jalé del brazo.

- Amor... - le di una mirada de desaprobación - No seas tan cruel, es su cumpleaños.

Chiara me miró, miró a Olivia y luego meneó la cabeza.

- Si quiere salir temprano que venga a decírmelo - Olivia asintió y se fue.

- ¿Porque eres así? - le pregunté mirándola.

- Obviamente lo voy a dejar ir. Solo me gusta intimidarlos - dijo sonriendo.

- Eres una payasa, narcisista y mandona - la regañé.

- Al menos soy eso y no una mimada, caprichosa, con corazón de pollo.

Hice un mohín de disgusto y solo bastó un segundo para que me jalara por la cintura pegándome a su cuerpo, un mechón de pelo se movió hacia mi cara y ella se encargó de retirarlo antes de acercar su rostro al mío y besarme suave en los labios y las mejillas.

La socia de mi padre - Kivi Donde viven las historias. Descúbrelo ahora