Harry Potter: Juego de Sombras (Parte 1)

Capítulo 2

Si bien el sexto cumpleaños que cumplieron terminó con un resultado favorable, considerando todo lo que pasó, eso no cambia el hecho de que pudo haber tenido un resultado fatal para los hermanos Potter.

Esa noche el tío Vernon estaba haciendo una cena para su jefe, con un potencial asenso y con ello un aumento de sueldo. 

Los gemelos junto con su hermana menor, como era de esperarse, fueron ordenados a quedarse en la alacena sin hacer el más mínimo ruido si es que no querían quedarse sin comida por una semana; lo que la pareja no tenía forma de saber era que desde hasta hace dos años atrás, poco después de su cuarto cumpleaños, cuando descubrieron sus orígenes, los gemelos comenzaron a experimentar con la magia, mientras que ayudaban a su hermana a poder controlarla ella también.

Empezaron con cosas pequeñas, como hacer flotar objetos no muy pesados a cortas distancias para luego aumentar el peso de los objetos y la distancia que ponían para transportarlos. Claro que sin entrenamiento ni supervisión de alguien que fuera profesional en esto, el entrenamiento que siguieron los hermanos propuso ser algo bastante difícil, pero los tres perseveraron y al final todo su entrenamiento terminó dando sus frutos.

También comenzaron a experimentar con cierto fenómeno que había sucedido anteriormente en sus vidas, recordando como habían aparecido de la nada en el techo de la escuela, desde ese día comenzaron a experimentar con aparecer y desaparecer en diferentes lugares, este trabajo mostró ser aún más difícil y retador que el poder hacer flotar objetos, ya que a pesar de haber estado practicándolo por más de un año y medio, a penas y habían logrado controlarlo a la perfección dos semanas atrás.

Igualmente su percepción en los sentimientos de las personas aumentó, eran capaces de poder percibir más precisamente los sentimientos de las personas, así como cuando estas decían la verdad o una mentira.

El día de su sexto cumpleaños, los gemelos estaban furiosos, era su cumpleaños y habían estado encerrados desde el inicio de las vacaciones por que durante los exámenes de fin de año sacaron mejores calificaciones que Dudley. 

Ah, otra de las ironías de la familia con la que tenían que vivir, desde que empezaron la escuela, se les prohibió sacar mejores calificaciones que su querido y perfecto hijo, pero claro, siendo las almas inquebrantables que eran debido a todo lo que ya habían pasado hasta ese momento, no se iban a dejar doblegar por nada ni nadie, mucho menos una ballena con forma humana y una mujer jirafa; y aunque eran maltratados y humillados por esto cada que sus tíos tenían la oportunidad, aún así ellos nunca se quebraron ante ellos.

Claro que con sus habilidades de desaparición bien pudieron haber desaparecido del lugar, pasar el día afuera en alguna otra parte y luego regresar, pero bajo recomendación de Deane, los hermanos esta vez decidieron tomar un rumbo diferente en su plan de acción y optaron por la idea de cobrar venganza por todo lo que les habían hecho pasar.

El señor y la señora Mason, los jefes de Vernon Dursley, llegaron a la casa de los Dursley y su velada comenzó. Todo iba de relativa maravilla, eso hasta que llegó la hora de la cena donde los hermanos Potter decidieron vengarse de esta familia.

Más temprano ese día habían sido forzados a cocinar lo que servirían durante la cena. Petunia en la cocina era más peligrosa que un gremlin en una alberca a media noche con un bufet al lado, era la mezcla perfecta para el desastre, así que estos fueron forzados a la cocina desde que fueron capaces de caminar, aunque era algo que se les daba bien y algo que disfrutaban, la única cosa que podían hacer en esta casa sin que fueran gritados o azotados por ello.

Claro que no iban a envenenar la comida, eso solo los convertiría en lo mismo que eran los Dursley, por que claro, ellos intentaron envenenar la comida de la menor de los Potter en una ocasión, lo que hizo que terminara en el hospital y con Harry y Hildegard con un severo trauma, desde entonces prueban primero la comida de su hermana para no arriesgarse.