-. El menor de hebras naranjas se quedó callado a la vez que miraba el techo y analizaba todo lo que había ocurrido, el como su mejor amigo de la infancia, el único que nunca lo crítico y que siempre estuvo en todo momento para el... Había sido despedazado frente a sus ojos por la persona que según lo amaba y que daría todo por el — ". . . Tonto... Te odio..." —. Se puso a llorar un poco silenciosamente antes de quedarse completamente dormido.
Qinyung se desvistió y se acerco a su baño privado — "Por fin me quite esa mosca de encima, que fastidioso. Aunque capaz y aquel está traumado pero Nah, no me interesa, eso le pasa por desobedecer e intentar escapar, es más, tuve que haberlo matado en ese mismo momento, pero no es el tiempo, todavía me sirve para jugar un poco mas~". — dijo antes de sumergirse en el agua tibia, lo que lo ayudaría con su dolor corporal.
—" Solo que mañana estará el ladilloso ese, tendré que quitarmelo de encima porque si no llegara a cosas peores. "—. Se refería a Mike. Aquel chico que estaba en la reunión de promoción del dildo que había sacado Qinyung hace unos días.
Una sirvienta entró al baño de Qinyung y se acercó lentamente para así comenzar a masajearle la espalda a Qinyung y ayudarle un poco a sentirse menos cansado. Le fue de aprobación el escuchar un gran suspiro de alivio proveniendo de la boca de su amo — "Veo que tuvo un día cansado... Espero se pueda sentir mejor luego de esto" —. Comentó con un tono de voz un poco coqueto y bajo.
El tomó a la chica de la muñeca y luego la sentó en su regazo — "Posiblemente me ayudes mucho con eso" —. Acercó sus labios a los acolchonados y rosados labios de la chica mientras sostenía las caderas de la misma con fuerza; el calor, el placer y la lujuria invadían ambos cuerpos con intensidad.
— "AhHghh~ Amo Qinyu-"—. Una fuerte estocada interrumpieron sus palabras repentinamente — "¡AHhGHHh~.. OhH~ s-si... ~!—. Qinyung estaba demasiado concentrado como para prestarle atención a los gemidos provenientes de la chica, mordió uno de los pezones de esta y luego lo chupó con fuerza.
Samael entró al baño y recostó su cuerpo del marco de la puerta — "Parece que alguien se esta divirtiendo luego de follarse y maltratar a un ángel" —. Aplaudió de forma sarcástica. Estaba completamente decepcionado de Qinyung — "Tenemos una conversación pendiente" —. Replicó Samael antes de tomar rumbo fuera de los aposentos de su amigo; Pasado los minutos Qinyung despachó a la joven apresuradamente para así el poder irse y hablar con su amigo.
—"¿Que es lo que quieres?" —. Preguntó el mayor de hebras azules estando frente a la persona que le había invocado.
— "Sabes que hiciste mal, y muy pero muy mal. Qinyung... ¿Que te hizo ese ángel para que lo tratases de una forma tan bárbara?, me atrevo a decir que esto no es mucho peor comparado a lo que le hacías a la otras personas que estaban con tu contigo en un pasado"—. Soltó un suspiro mientras llevaba su pulgar y su índice a sus lagrimales —"Definitivamente estas loco"
— "Si vienes solamente a hablar de ese tema, me voy, no me interesa lo que digas y además, no te metas en asuntos donde no te llamen" — arrugó su entrecejo y luego se volteó , dándole la espalda a Samael — "Si tanto te preocupas por el ¿Por que no lo salvas y te lo llevas a otro lado? "—. “¿Y crees que soy tan pendejo como para hacer eso?, Qinyung, los dos sabemos claramente que si hago eso lo buscarás de nuevo y lo maltrataras peor que antes ¿no viste lo que hiciste hace más de 4 horas? Literalmente destrozaste a su amigo frente a sus ojos solo porque el se lo quería llevar a un lugar fuera de tu alcance. "
Conocía que Qinyung iba a tener una mala reacción así que decidió marcharse cuanto antes. —" Ojalá esta vez no le entré por un oído y le salga por el otro"—. Dijo a la vez que caminaba por el largo pasillo el cual lo llevaría fuera de la mansión.
—
El joven de hebras naranjas abrió sus ojos lentamente para adaptarse más fácil de los rayos de luz que se reflejaban por la ventana. Se sentía muy mal, su cuerpo estaba demasiado débil y adolorido — "Mi bracito..."
Miró su brazo torcido por la fractura — "Me siento más débil de lo que soy..." —. No pudo evitar llorar deliberadamente por el dolor que sentía, no podía mover su cuerpo en lo absoluto, sentía unas cosquillas provenir de su parte baja.
El causante era el semen del mayor que salía lentamente del interior de Shun —" ¿Que pasa... Si algún día llego a tener hijos de el..? ¿Que le voy a decir a mis niños..? ¿Que su padre es una persona muy mala y tonta...?, es absurdo"— cerró sus ojos para no pensar en más cosas estúpidas como la anterior — "Quizás me voy a pudrir aquí, no soy nadie... Bien lo dijo Hyuga...soy débil... Soy un tonto..."—
Namid comenzó a buscar en mapas y a investigar algunas cosas referentes al infierno, pero más que todo el centro de su investigación era este tal pecado de la lujuria, esta persona que habia matado a 30 ángeles y 4 querubines. La persona que había vuelto un infierno la vida de otros
— "No dice nada actualmente de el, solo habla de su infancia. Aunque no fue muy buena al parecer, fue violado por su padre desde su primer año hasta los 9, a la mamá poco le importaba, era una prostituta barata que iba de hombre en hombre y sólo le importaba el dinero del padre biológico de Qinyung. A los 9, este decidió escaparse y se dice que estuvo un tiempo refugiado en un callejón sucio hasta que una familia multimillonaria lo adoptó pero fue otro sufrimiento más, ya que sus padres biológicos vendían a Qinyung, cobrando una gran cantidad de dinero solo por una hora. Pasado los años. Se reveló el primer asesinato de el mismo, sus dos padres biológicos fueron encontrados muertos en una playa que quedaba considerablemente lejos de la casa donde este habitaba"—.
Entrecerro sus ojos y luego se levantó — "Pero aunque haya tenido varios traumas, eso no tiene nada que ver Con Shun.." —.
Samael cerró el libro que leía con fuerza y decidió pasar un rato con Shun, al entrar, la habitación desprendía un olor algo desagradable que provenía de la cama— "Mierda..." —. Dijo a la vez que apretaba su nariz para evitar oler toda esa porquería; Después de tantos intentos pudo ganarse un poco la confianza de Shun y lo metió a bañar, — "Intenta darte un baño, iré a llamar a las srivientas" —.
Llamó a unas mucamas para que se encargarán del desastre de habitación mientras este ayudaba a bañarse a Shun — "Lamento por todo esto que esta pasando..." — "No te preocupes... De igual forma estoy destinado a este infierno eterno..." — Shun se mantuvo cabizbajo por un tiempo hasta que el mayor terminó de bañarlo.
— "Vamos, te ayudare con tu brazo y con tu pierna.".
Namid entró a la habitación de Abel y aventó unos documentos a la mesa de este — "¿te dignas a leerlos?" —. Los documentos se tratan de algunas estrategias para rescatar al menor.
Abel alzó su ceja y miro con confusión al individuo —" ¿De qué trata tanta agresividad?" —. Abrió el documento y enseguida supo de que se trataba así que lo devolvió. Namid al notar el comportamiento de este frunció su entrecejo levemente pero luego se cruzó de brazos.
— "No iré Namid" — dijo el mayor — "ya dejen el tema, no podemos hacer nada, NADA ¿entiendes? Capten esa idea, Shun no se puede salvar, no podemos interferir, la única manera es que el salga por su cuenta pero de resto no podemos hacer nada" —. Dijo Abel mientras miraba fijamente a Namid — "Basta con eso".
— "Oh claro, lamento mucho haberlo molestado señor, es obvio que usted no hará nada solo por la simple razón que no le conviene hacer esto. Por que... Tiene miedo de perder sus riquezas, su poder y su lugar importante en el cielo, a causa de que alguien inferior a él con poder. . . Acabe con su persona en minutos."— dijo con un tono de voz algo sarcástico. Abel se indignó y acercó su mano para impactarla con la mejilla ajena pero en cuestión, Namid lo detuvo a tiempo. —" No creo que eso sea un buen acto señor, no esta bien que golpee a alguien de su mismo rango solo porque le dijo lo que opinaba sobre su cobardía disfrazada de la "realidad".
—"Vete" — proclamó el mayor antes de retirar su mano
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𝐔𝐧 𝐚𝐦𝐨𝐫 𝐭ó𝐱𝐢𝐜𝐨 [ᴏᴍᴇɢᴀᴠᴇʀꜱᴇ Bl]
RomanceUn ángel tendría curiosidad por echar un vistazo al infierno, pero nunca se imagino que se encontraría a la persona que cambiaría toda su vida a una de tristeza, dolor y sufrimiento, volviendola un completo infierno