— Pasada la noche, Shun se despertó a causa de los rayos de luz que se reflejaban por la ventana, los mismos daban a entender que ya había amanecido.
El joven soltó un gran suspiro y se sentó en la cama — "Uhg... ¿Que pasó ayer...? Me duele demasiado la cabeza" — elevó una de sus manos y la llevó hacia su cabeza.
Antes de ponerse de pie, se quedó un rato observando detalladamente un calzado que se encontraba en el suelo a la vez que pensamientos de duda lo invadieron. Transcurrieron varios minutos y continuó observando hasta que cayó en cuenta — "Ah-... ¿Por qué me puse a ver un zapato? Cada día siento que me estoy volviendo loco..".
Se levantó de la cama con mucho cuidado y sus pasos se dirigieron hacia el baño — "Extrañamente no me duele la cadera lo cual supongo que significa que no hizo nada" —. Miró atentamente su reflejo a través del espejo y pudo notar que tenía algunas marcas en sus mejillas a causa de la cama así que no le tomo tanta importancia y comenzó a cepillarse.
Qinyung tenía una resaca horrible así que ordenó a una de sus sirvientas a dar la orden que hicieran sopa para Shun y para su persona — "A la mierda carajo me siento de la verga, pero no puedo evitar admitir que esa vaina tenía un sabor bastante sabroso" —. Soltó una leve risilla entre sus dientes antes de ponerse de pie y salir de la habitación donde se encontraba, para entonces ir a ver como estaba el joven de hebras naranjas.
— "¿Como estará Qinyung?" —fue un pregunta que el joven no pudo evitar pensarla, Realmente estaba confundido por sus propios sentimientos, la verdad no sabía a cual responder ya que le gustaba Qinyung pero a la vez lo odiaba, lo adoraba pero le tenía miedo. reconocía que si el se hacía el sumiso y aprobaba su sentimiento de amor hacia el mayor, en cualquier momento este podría tratarlo mal y hasta abusar de él brutalmente como las veces anteriores, por esa razón estaba indeciso — "Mejor no pienso más, me va a terminar doliendo más la cabeza".
Escuchó que la puerta del baño se abrió lentamente para luego así cerrarse de nuevo. Su mirada se elevó lentamente al espejo para ver de quién se trataba. Hasta que una voz grave y algo ronca inundó aquella habitación.
— "Buenos días, ¿como te sientes?" —. Se acercó al menor y rodeó la cintura del mismo con sus fuertes brazos mientras recostaba su cabeza del hombro del joven, dejando así un pequeño beso en el mismo.
— "Yo bien... Supongo, solo me duele un poco el cuello pero de resto bien ¿y tu?, se nota que bebiste demasiado ayer" —. Comentó el joven con un tono de voz suave a tal punto que generaba paz. Se volteo lentamente y miró atentamente esos hipnotizantes y hermosos ojos de color amarillo.
— "Me alegra mucho que te encuentres bien, y si jaja, me pase un poco pero ya mandé a preparar una sopa para ti y para mi~" — plantó un pequeño beso en la mejilla del contrario, aprovechando esto, su mano atrajo el cuerpo del menor hacia si mismo. Por otro lado un gran rubor se asomó por las blancas mejillas de Shun, demostrando que estaba avergonzado por la acción contraria — "G-gracias..." —. Bajó su mirada y cerró sus ojos a la vez que se aferraba al mayor.
— "Hoy vamos a salir de nuevo, te aviso desde ahorita para que te arregles temprano" — esta vez le besó los labios pero con más pasión. Shun asintió con nervios y una sonrisa agradable se dibujo en su rostro — "¡Bien!, gracias por invitarme, iré a hacer algo antes de irme a bañar" — se puso de puntillas y dejó un beso en el cuello de este ya que no podía alcanzar al rostro del mayor a causa de la gran diferencia de altura — "Ya veng-" — sus palabras fueron interrumpidas por el fuerte apretón en sus mejillas y aquel beso dado con demasiada lujuria.
Qinyung le apretó la nalga con su mano mientras le seguida besando hasta que la falta de aire deshizo el beso por completo — "Luego tendremos una noche de fornicacion pura~" — dijo con un tono de voz ronco y bajo — "Quiero entrar en ese agujero rosado tuyo~" —.
ESTÁS LEYENDO
𝐔𝐧 𝐚𝐦𝐨𝐫 𝐭ó𝐱𝐢𝐜𝐨 [ᴏᴍᴇɢᴀᴠᴇʀꜱᴇ Bl]
RomanceUn ángel tendría curiosidad por echar un vistazo al infierno, pero nunca se imagino que se encontraría a la persona que cambiaría toda su vida a una de tristeza, dolor y sufrimiento, volviendola un completo infierno