Mi papá y yo llegamos al hospital psiquiátrico donde lo solicitaron con suma importancia. Estoy más emocionada que él. Ese fuerte caso traumático que se revolvió en redes sociales, especialmente en mi instituto, me había dejado con muchas ganas de presenciarlo de cerca.
Es increíble cómo muchos diagnósticos no se están sustentando por la aptitud del paciente. Tanto así que se recurre a observaciones de más profesionales, y mi papá es uno de ellos. Yo, por otra parte, tendré la premisa para destacar mis estudios de medicina psiquiátrica después de haber convencido a mi progenitor de traerme consigo.
Una enfermera nos conduce a una sala donde se encuentra el especialista que nos llamó, bueno, a mi papá.
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