★彡[ᴋɪʀᴀ]彡★

Capítulo 7

El empeño de Kira no tiene límites; la luz natural que se filtraba a través del techo, el suelo y las paredes ya no se encuentra. En su lugar, Kira sacó una vela que encendió con un fósforo, permitiéndome observar cómo continúa colocando ciertos fragmentos de cuerpo, que mantenía guardados, en una bolsa negra. <<Así que ese era el origen del olor putrefacto>>. Permanezco en silencio, simplemente observando, al igual que ella, que tampoco emite palabra alguna. La impactante escena que presencio me deja aún más pálido de lo que ya me encuentro: un entorno oscuro iluminado por la luz de una vela, con sangre y trozos de carne humana esparcidos por el suelo como si se tratara de un ritual sacrificio.

Una vez finalizada su tarea, Kira se acerca a mí. Adopto una postura erguida y seria, esperando ver qué planea hacer a continuación. Sea lo que sea, debo encontrar la forma de liberarme. Al llegar a mi lado, comienza a desatarme, facilitándome los planes futuros al aflojar las cuerdas. Parece que tiene todo meticulosamente preparado para sus víctimas, pero descubrir cuál es su intención exacta hacia mí está más allá de mi imaginación. Sin embargo, no tengo intención de quedarme para descubrirlo. Con ambas manos finalmente desatadas, puedo poner en práctica lo que he estado planeando desde hace un buen rato.

-𝘒𝘪𝘳𝘢 -𝘮𝘦 𝘢𝘱𝘳𝘦𝘴𝘶𝘳é 𝘩𝘢𝘤𝘪𝘢 𝘦𝘭𝘭𝘢 𝘱𝘢𝘳𝘢 𝘤𝘢𝘱𝘵𝘢𝘳 𝘴𝘶 𝘢𝘵𝘦𝘯𝘤𝘪ó𝘯- 𝘦𝘴𝘵á𝘴 𝘤𝘶𝘣𝘪𝘦𝘳𝘵𝘢 𝘥𝘦 𝘴𝘢𝘯𝘨𝘳𝘦. 𝘗𝘦𝘳𝘮í𝘵𝘦𝘮𝘦 𝘭𝘪𝘮𝘱𝘪𝘢𝘳𝘵𝘦 𝘤𝘰𝘯 𝘶𝘯 𝘱𝘢ñ𝘶𝘦𝘭𝘰 𝘲𝘶𝘦 𝘭𝘭𝘦𝘷𝘰 𝘦𝘯 𝘮𝘪 𝘮𝘰𝘤𝘩𝘪𝘭𝘢.

Llevo mi mochila desde mi espalda mientras Kira me observa expectante. Sin dudarlo, se la arrojo a la cara para distraerla y salgo corriendo, tratando de regresar por el camino que presumiblemente tomé inicialmente. Durante mi carrera, me topo con algunos tubos y la pared, pero no percibo que me esté siguiendo. Aun así, no tengo intención de detenerme. Alcanzo las escaleras y subo torpemente, tropezando en algunos peldaños. Al llegar al piso superior, identifico la puerta de salida y finalmente escapo de ese escondite.

A pesar de la oscuridad que me envuelve, logro distinguir el pasillo, percatándome de que la noche se avecina y el entorno está vacío. Mi corazón late con agitación, siento miedo pero también una intensa oleada de adrenalina al estar a punto de salir de la escuela. No escucho los pasos de Kira detrás de mí; la he dejado muy atrás. Corro hacia la entrada principal, notando que la luz del sol se filtra débilmente en el horizonte, indicando que la noche se acerca. Aunque tarde, intento abrir la puerta que da al patio principal, pero está cerrada. Aplico fuerza, empujando y golpeándola, sin éxito. Los barrotes son demasiado fuertes; luego estaré ante el desafío del portón exterior. La situación es urgente, necesito encontrar una solución antes de que Kira me alcance. <<Un pupitre>.

Me apresuro hacia el salón más cercano, notando que también han olvidado cerrar las puertas, pero por suerte están abiertas. Ingreso y agarro un pupitre, esperando que arrojarlo contra la puerta pueda tener algún efecto, sea cual sea. Alzo mi única forma de defensa por encima de mi cabeza y me preparo para lanzarlo con todas mis fuerzas. Sin embargo, al acercarme, descubro a Kira de pie con mi mochila en sus manos. El impacto me hace dejar caer el pupitre al suelo frente a mí, retrocedo con un grito ante el riesgo de que le caiga en el pie, lo que ocasiona un estruendoso golpe que lo daña ligeramente.