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Paso 3: Provocar a Jiwoong.

Jiwoong recordaba la primera vez que vio a Gunwook. Era un encuentro casual, sin mucha importancia en ese momento, pero la imagen se había quedado grabada en su memoria. Gunwook, en aquel entonces, usaba sus gafas todo el tiempo, unas de marco grueso que le daban un aire de intelectualidad. Siempre vestía sudaderas grandes, casi demasiado grandes para su cuerpo, como si tratara de esconderse en ellas. Su apariencia, sumada a su comportamiento recatado y amable, lo hacía parecer el tipo de persona que no buscaba llamar la atención. Era tierno, de una manera que parecía casi anticuada, y eso despertaba una leve compasión en Jiwoong.

Recordaba la primera vez que Gunwook había acompañado a Matthew a una salida en grupo. Jiwoong había pensado, casi con lástima, que un buen chico como él había caído en las redes de un lunático como Matthew.

Cuando Gunwook se convirtió oficialmente en el segundo novio de Matthew, Jiwoong había observado con cierta curiosidad, pero sin mayor interés. La convivencia entre ellos tres había sido tranquila. Gunwook siempre se mostraba respetuoso, jamás invadiendo su espacio o imponiéndose. Era agradable, con esa forma suave de hablar y su constante disposición para ayudar en lo que fuera necesario.

Pero Jiwoong no le prestó mucha atención a Gunwook en ese entonces. Para él, Gunwook era simplemente un chico amable que estaba allí porque Matthew lo había querido así. No había nada más que ver, pensó en ese momento. Sin embargo, Jiwoong sabía exactamente cuándo había cambiado todo eso.

Ese día, se había dirigido al gimnasio habitual de Matthew para recogerlo después de su entrenamiento. No esperaba encontrarse con nada fuera de lo común, solo una rutina más en su día. Pero al entrar en los vestidores, lo que vio le hizo detenerse en seco.

Matthew estaba allí, rodeado por los brazos de Gunwook, atrapado en un beso apasionado. Gunwook lo sostenía con fuerza, una mano firmemente en la cintura de Matthew, la otra en la nuca, acercándolo más a él. Era un beso cargado de intensidad, uno que no dejaba espacio para nada más. No era la primera vez que Jiwoong veía a Matthew y Gunwook compartir un momento íntimo, pero había algo en esa escena que lo hipnotizó.

Gunwook, siempre recatado y amable, mostraba un lado diferente. Un lado posesivo, atrevido. La forma en que dominaba la situación, en que reclamaba a Matthew para sí mismo, encendió algo dentro de Jiwoong. Era como si una chispa de electricidad recorriera su cuerpo, despertando una curiosidad, un deseo que no había sentido antes. No podía apartar la vista de ellos, de la intensidad con la que Gunwook se aferraba a Matthew, como si fuera lo más importante en su mundo.

Esa chispa no desapareció después de ese día. De hecho, se hizo más fuerte cuando Jiwoong vio a Gunwook en el partido, liderando a su equipo con la misma intensidad que había mostrado en los vestidores. Allí, en la cancha, Gunwook era duro, exigente, y no aceptaba menos que lo mejor de sus compañeros. Ver esa faceta de Gunwook, todo un líder dominante, hizo que Jiwoong se diera cuenta de que algo más profundo se agitaba dentro de él.

Jiwoong no podía sacarse esa sensación de la cabeza. Quería algo que no había considerado antes. Quería desmoronar a Gunwook, quería ver qué había debajo de esa fachada de fuerza y control. La idea de hacer que Gunwook se desmoronara bajo su toque, de ver cómo reaccionaría si él tomara el control, era una tentación que no podía ignorar. Y cuanto más lo pensaba, más lo deseaba.

Jiwoong llegó a su departamento con la expectativa de encontrar a Matthew y Gunwook como de costumbre. Sin embargo, lo que le recibió fue un silencio absoluto, un contraste inquietante con el usual murmullo de risas o conversaciones que llenaban el espacio. Mientras se deslizaba por el pasillo hacia su habitación, notó que la puerta estaba entreabierta, algo que no era normal. Con una ligera curiosidad y un presentimiento inexplicable, empujó la puerta suavemente y se detuvo en seco.

dumbass cupid ➳ mattwoongunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora