Capitulo XI

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Aegon caminaba en piloto automática, no sabia a donde se dirigía y ni le importaba, su atención estaba totalmente centrado en el pequeño bebé en su brazos

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Aegon caminaba en piloto automática, no sabia a donde se dirigía y ni le importaba, su atención estaba totalmente centrado en el pequeño bebé en su brazos.

Talves no era la mejor idea del mundo sacar a un príncipe de sus aposentos, pero, en su defensa si no lo encontraba estaba casi seguro que su Daeron se quedaría sin garganta.

Mientras caminaba y escuchaba los lindos gorgoteos del bebito los gritos también se escuchaban ,sabía de quien era ,su hermana, Rhaenyra estaba pariendo peleando la guerra en la cama como todos decían.

No negaría que se supone que debería preocuparse cuando estaba naciendo otro lacayo que pelearía en esta guerra.

Bueno no pelearía pero joffery sería la última pieza que desataria más de un final ,guiando a Rhaenyra a la locura por su tercer bastago muerto en menos de 5 años.

Abrió una de las puertas del pasadizo y se adentro a hurtadillas a la habitación quedando serca de la gran cama cubierta por terciopelo verde, observo a la pequeña figura postrada en ella hasta que tuvo el valor suficiente de moverlo despacio.

Unos intensos ojos violetas lo vieron fijamente en estado de alerta hasta que reconoció quien era el.

-AEGON-.

unos fuertes bracitos lo rodearon mientras intentaba qué Aemond no aplastace a Daeron.

-Mi Aemond lamento haberte levantado, pero quería que conocieras a alguien -. Me aparte un poco de el mientras subía a la cama dejando a Daeron en mis regazos para mostrarcelo a Aemond.

-Este es nuestro hermano menor ,Daeron ,el último hijo de alicent y Viserys-. Se lo mostré con una sonrisa mientras que el bebé miraba a Aemond con unos grandes ojos expectantes.

-Pero, madre dijo que no podíamos ver a el bebé hasta que cumpliera más de 5 lunas por lo menos-. Los ojitos de Aemond se mostraban temeros ante desobedecer una orden de su madre , pero el veai atraves de eso ,veía las ganas de cargar también a el bebé.

-Aveces no seguir las reglas puede ser más divertido, ven siéntate en mis piernas y sostén a Daeron estoy seguro que le encantaria eso-. Con unas suave sonrisa Aemond empezó a acercarce lentamente hasta que nos pudimos acomodar los tres juntos.

Yo estaba contra la cabecera de la cama con las piernas extendidas y Aemond sentado en ellas ,juntos sostenimos a Daeron qué estaba suavemente colocado en la piernas de Aemond sonriendo mostrando unas rosadas encías.

-Ves ? El te quiere mucho mira como te sonríe Aemond -. Por más que este no respondiera podía ver la felicidad deslumbrando en toda su carita.

Nos quedamos un largo rato asi tanto que los gritos empezaron a ser más silenciosos y se podía ver como el sol ya quería salir.

Estando cada vez más tranquilo Aegon   se empezó a sentir adormilado , no había sido una buena noche hoy ,pero ahora, ahora no estaba ni estresado ,solo veía a sus hermanitos  pensando que efectivamente faltaba la dulce helena solamente y seria casi perfecto a sus ojos.

Estando cada vez más tranquilo Aegon   se empezó a sentir adormilado , no había sido una buena noche hoy ,pero ahora, ahora no estaba ni estresado ,solo veía a sus hermanitos  pensando que efectivamente faltaba la dulce helena solamente y seria ca...

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L

a sangre seca se veía en forma de sendero qué pasaba pasillos y escaleras hasta llegar a la habitación de la Reina , donde en su interior se encontraba Alicent, Viserys ,Laenor y Rhaenyra junto con una tensión que parecía poder cortarse con una daga sin filo.

O bueno lo era hasta que una dama entró apresurada sin tocar primero en la habitación seguida de dos guardias jóvenes que parecían sumamente nerviosos también.

-M-Mi reina-. Los ojos de la muchacha se llenaron de lágrimas mientras caía al suelo suplicando perdón y misericordia con la frente pegada al piso.

La reina ansiosa junto con el Rey por tal interrupción ordenó a los dos hombre que entraron con la muchacha que hablaran claro.

Ambos se miraron antes de ponerse de rodillas y hablaron con la cabeza y la mirada baja junto con la vos temerosa pero firme.

-Mi Rey ,Mi Reina la nodriza del príncipe Daeron fue a darle de comer pero el joven príncipe no se encuentra en su cuna y las mantas están totalmente desordenadas-.

Hablo el mas joven de ellos mientras que el otro se quedaba callado junto con la dama que tenía la frente roja y los ojos inchados.

Cuatro pares de ojos los observaron antes que la Reina Alicent se lanzará con un grito y se abalanzara contra la mujer agarrándola de las hombros con la cara roja de cólera.

Mientra Viserys empezó a labrar ordenes que atrajieron la atencion de los demás guardias que estaban pasando o en el pasillo.

Mientras todo eso explotaba Laenor y Rhaenyra se miraban preocupados ,si alguien se infiltro al castillo del dragón  y logró sacar a un bebé Targaryen del Rey qué otras cosas no estarían pasando, y no solo eso podrían estar haciéndole cualquier tipo de cosas al bebé en este momento.

Mientras en la habitación de Aemond, tres figuras se encontraban dormidos profundamente en la cama.

Aegon en el costado derecho con un brazo extendido y Aemond en el izquierdo sobre ese mismo brazo dejando al pequeño Daeron en el medio de ellos dos.

Claro la paz no duraría mucho ya que la puerta se habrío de golpe entrando por ella Sir Criston con el cabello alborotado y jadeando.

El ruido iso que los jóvenes príncipes se velantaran de golpe asustando a Aegon y Aemond dejando al bebé Daeron llorando a moco tendido.

Criston se quedo un minuto mirando a los tres en la cama como maniático antes de cerrar la puerta dejándolos dentro.

Apesar del llanto pudieron oír como el caballero empezó a llamar a más personas.

Ambos príncipes se quedaron bien unos con miedo de lo que estaba pasando y otro molesto por haberlos despertando y dejando llorando a el bebé.

-Aegon-. La vocecita de Aemond le llegó como un susurro de miedo.

El suspiro de enoja antes de abrazar y Aemond.

El maldito caballero de pacotilla solo vino para hacerlo enojar y dejar a Aemond asustado y un lloraso Daeron.

Mal nacidos que no respetaban los sueños de los demás.

Mal nacidos que no respetaban los sueños de los demás

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El Renacer del DragónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora