| 008 "¿Qué?" ⁺¹⁸

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Esta capitulo
contendra lenguaje sexual explícito.
Si eres menor de edad  queda bajo tú
responsabilidad y riegos



•Capítulo largo

Itadori Sukuna

—El abuelo no me llamó—me habló confundido Yuji, mientras que yo terminaba de tomar mi sexta copa de un vino bastante exquisito.

—¿No? Entonces debí de haberme confundido, hermano—solté una risa y agarré de otra copa, sintiendo como el alcohol empezaba a hacer efecto. Mierda, esto pega fuerte.

Mire a mi alrededor, observando también a la familia que llevaba a cabo la celebración. La sala estaba llena de caras conocidas, pero ninguna de ellas parecía genuina. Se veían tan falsos, como si estuvieran interpretando un papel en una obra de teatro.

"Personas de mierda"

La anfitriona, aquella señora rubia, llamó especialmente mi atención. Su sonrisa era tan forzada que parecía dolorosa, y sus ojos parecían helados, sin un destello de calidez. Se movía con la gracia de una reina.

Cada vez que alguien se acercaba a ella, su sonrisa se ampliaba, pero sus ojos no cambiaban. Era como si estuviera calculando cada movimiento, cada palabra, para asegurarse de que todo saliera perfecto.

Me pregunté qué secreto ocultaba detrás de esa fachada de perfección.

Seguramente es ese tipo de persona que se cree mejor que uno.

—¿Quién es esa mujer?—pregunte a yujin, acercándome a él.

—Es la mamá de la delegada—respondió. Ah asi que es la madre de Willow. Asesti y continúe bebiendo, sintiendo un poco de dolor de cabeza.

—Me voy a la mierda—suspiré cansado—. ¿Vienes conmigo?

—¿Tan rápido?

Iba a contestar, pero el sonido de copas rompiéndose me interrumpió bruscamente. Al dirigir la mirada hacia aquel estruendo, vimos a la delegada, su rostro desencajado, había tirado las copas sobre alguien. El líquido oscuro se esparció por el suelo y sobre la ropa de la persona afectada.

En su rostro se reflejaba el arrepentimiento, sus ojos brillaban con lágrimas. El patio se sumió en un silencio, como si todos estuvieran conteniendo la respiración.

Solté una pequeña risa, pero Yuji me golpeó, su mirada seria y advertidora. La expresión de su rostro decía con claridad "No es el momento".

Rodee los ojos y bufé "No sabe de diversión", pensé.

La señora rubia, la madre de la delegada, se acercó rápidamente, su sonrisa forzada aún más evidente que antes. Con un gesto fluido, se llevó a la persona manchada y a la delegada, diciendo con voz alta y clara:

"Todo está bien, no hay problema. Solo fue un pequeño accidente. Continuemos con la fiesta."

Pero el daño ya estaba hecho. La tensión en el aire era palpable. Los invitados intercambiaban miradas incómodas, algunos se apresuraron a alejarse del escenario del accidente.

La delegada, aún con la cabeza gacha, permitió que su madre la llevara dentro de la casa.

—¿Vienes conmigo?—le pregunté, captando su atención.

—No, me iré con el abuelo—me contesto y sonrió —. Ve con cuidado, estas borracho.

—Estoy perfectamente bien—solté una risa y me aleje de ahí, pero antes de irme necesitaba ir al baño.

Desafiando El Orden | Ryomen Sukuna ⁺¹⁸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora