Faltaba solo una semana para el examen de matemáticas y, por suerte, me sentía confiada. Había estudiado mucho y mis notas eran excelentes. Decidí aprovechar la clase libre para repasar algunos conceptos clave, ya que el profesor de historia no había asistido a clase ese día.
Mientras estudiaba, alguien se sentó a mi lado, interrumpiendo mi concentración. Levanté la vista y me encontré con Yuji Itadori, su mirada baja y su sonrisa tímida.
—¿Itadori? —lo saludé, frunciendo el ceño ligeramente.
—Sí, hola delegada —respondió, su voz llena de vergüenza.
Hubo un silencio incómodo entre nosotros, como si ambos esperáramos que el otro rompiera el hielo. Finalmente, decidí tomar la iniciativa.
—¿Cómo estás? —pregunté, amable.
Comencé a acomodar mis hojas y notas, observándolo de reojo. Itadori parecía nervioso, jugando con su lápiz.
—Yo..., bien —titubeó—. ¿Y vos?
Su respuesta fue breve. Me di cuenta de que algo lo preocupaba.
—Bien, gracias por preguntar—solté una leve risa y lo volví a mirar sonriente, era tierno—. ¿Necesitas algo?
—Yo, si—empezó a jugar con sus manos—. Hay algunas cosas de matemáticas que no entiendo. ¿Podrías explicarme?
—¡Claro! Dime que no entiendes.
Y así comenzamos a estudiar, repasando conceptos que él no lograba entender. Se distraía demaciado fácil, pero luego se concebtraba de nuevo.
Me miraba de una forma extraña, bastante sonriente, pero no le di caso. Tal vez sea su forma de ser.Reíamos y jugábamos en lo que estudiábamos, hacia que el tiempo pasata volando. Era bastante divertido.
—¡Enserio! Tienes que ver la lombriz humana 4.
—No veré eso—reí en lo que el movía sus dedos como si fuesen una lombriz—. Vi la primera y perdón, pero me pareció muy mala.
—¡Tienes que darle otra oportunidad!—se levantó y se acercó peligrosamente a mí, en lo que retrocedí, el se dio cuenta de eso y se sonrojó mirando a otra dirección.
—Lo pensaré—solté, el seguía sin mirarme.
—S-si, si quieres...—titubeó, llamando mi atención—. Si quieres podemos ir a verla juntos—jugo tierna mente con sus dedos, mientras sonreía sonrojado como un tomate.
¿Por qué le daba tanta vergüenza? Me pregunté.
—Me gustaría—sonreí, y pude ver cómo su rostro se iluminó, como si fuese un niño probando un dulce por primera vez. Sus ojos brillaron con entusiasmo, y su sonrisa se amplió.
—A mi amiga le gusta esas películas—continué, disfrutando de la conexión que estábamos estableciendo.
—¿Ah?—me miró confundida y se volvió a sentar en su asiento, su expresión cambiando a una de curiosidad—. Oh, sí, claro—sonrió apenas, como si estuviera ¿triste?
—Entonces, pásame tu número—trate de sonreí mientras sacaba mi celular—. Así acordamos un día para ver la película juntos—Kazumi estará muy feliz.
—Claro, anota—dijo, y me dio su número de celular. Nuestros dedos se tocaron ligeramente al intercambiar los teléfonos.
Aun faltaba bastanhe tiempo para que terminara las clases, decidi buscar unos libros de Matemáticas. Me levanté de mi asiento, contenta de tener una excusa para moverme. Por suerte, era simplemente una caja, y no tuve que buscar mucho.
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Desafiando El Orden | Ryomen Sukuna ⁺¹⁸
FanfictionA Willow, le gusta mantener el orden ¿Él? Era el caos en persona. 🐧| Ryomen Sukuna x tú occ. 🐧| Lenguaje vulgar. 🐧| Contenido para mayores de edad. 🐧| Ningún personaje me pertenece, solo el occ. 🐧| Menciones de diversos shippeos de la serie.