T/n Perez, la prima menor de Maddy Perez se muda al pueblo por problemas personales. Las amistades pueden ser muy falsas o muy convenientes pero no esperaba toparse con un dealer de su edad, mucho menos, llegar a amarlo.
(HISTORIA CORTA - SIN EDITAR...
T/n estaba segura de algo, no era fanática de los aeropuertos, los aviones eran lindos y en su mayoría seguros, podías ir a millones de destinos pero era tan tedioso el tiempo de espera, ir de esquina a esquina para abordar, y las personas que no respetaban sus asientos, los niños que lloraban o pateaban todo a su alrededor, la gente que roncaba y caía sobre los hombros de los otros pasajeros. Lo bueno es que no tenía en problema en pagar un asiento en la primera fila del avión con más espacio y la oportunidad de solo sentarse con una persona al lado, agradecía que la persona que iba a su lado de regreso a Los Ángeles fuera un ejecutivo el cual saludó, se abrochó el cinturón, esperó a que el avión estuviese en el aire y se puso una almohada en forma de dona en el cuello dispuesto a dormir todo el viaje respetando su espacio pero estaba segura de algo, mientras ella ponía su vista en la ventana sin un rastro de sueño alguno y él aún estaba despierto, la veía de reojo notando los golpes en su cara.
Como sus grandes ojeras eran notorias y su piel se veía pálida, de alguna manera los moretones que amenazaban con salir entre sus pómulos se habían corrido en el arco de sus ojos solo haciendo que sus ojeras resalten más y más de una manera casi tenebrosa, el corte en su ceja derecha y el otro en su labio, ambos desinfectados otra vez por Ana antes de que la chica fuera a su terminal de vuelo en el aeropuerto. Suspiró enfocándose en la ventana para poder evitar las miradas entrometidas de las azafatas, se puso sus audífonos y comenzó a leer algunos de los apuntes de Lex, tenía un gran examen el lunes y ni siquiera sabía de qué era. Con ello el vuelo se sintió menos tedioso, leyó lo suficiente comprendiendo los temas en su mayoría y luego decidió terminar de ver una película la cual había iniciado el día anterior en el vuelo de ida a México. Cuando menos lo esperó el avión aterrizó en Los Ángeles, y a pesar de no estar emocionada de ver a Ash con la cara destrozada saltó de primera fuera del avión aprovechando lo cerca que estaba de la salida.
Solo llevaba un pequeño bolso de mano así que no debía esperar más, salió por su terminal y caminó unos metros colándose entre la gente del aeropuerto, vio a su alrededor con el ceño fruncido localizando a su nov- bueno, a Ash sin éxito. Fue a sentarse en una banca y sacó su celular dispuesta a llamarle o a revisar si habían mensajes nuevos, Ash sabía que su vuelo aterrizaba a las 4, eran las 4:12 y Ash también sabía que ella era muy puntual, o eso trataba, movió su pierna de arriba a abajo buscando el chat de Ash antes de sentir una mirada pesada sobre ella, vió hacía arriba encontrándose unos metros más allá con una expresión entre seria y molesta en el rostro.
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La chica suspiró levantándose mientras él se acercaba con pasos pesados hasta ella sin borrar la expresión de su rostro.
