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El supermercado no era un lugar que Sonance esperara encontrar tan intrigante. De hecho, pensab que sería uno de los pocos lugares donde podría estar tranquila, sin encontrarse con nadie conocido de la Sonance original, donde pudiera simplemente deambular entre los pasillos y decidir entre si llevar cereal con azúcar o la versión "saludable". Pero allí estaba, en medio del pasillo de productos de desayuno, sosteniendo dos cajas de premezclas para hot cakes y mirando fijamente las etiquetas como si contuvieran el secreto del universo.

«¿Debería elegir la de arándanos o la de avena? La de arándanos parece más divertida, pero la avena me hará sentir menos culpable... aunque, sinceramente, ambas son básicamente harina disfrazada. ¿A quién engaño?»

Sonance suspiró, a punto de dejarse llevar por la opción más dulce, cuando una sombra se acercó a su lado. Al principio, no prestó mucha atención, pensando que era otro cliente buscando cereales o avena instantánea, hasta que una voz familiar resonó a su lado.

-Sonance. Qué sorpresa encontrarte aquí.-

El corazón de Sonance dio un vuelco, pero no por la razón que podría esperarse. Hannibal Lecter, su enigmático vecino, estaba a su lado, observándola con esa tranquila y calculadora expresión que siempre la ponía nerviosa.

«Oh, genial. Justo lo que necesitaba: una aparición espontánea del doctor Lecter mientras decido entre dos cajas de harina. Porque esto no puede ponerse más incómodo, ¿verdad?»

Traté de actuar valiente y sacudir parte de esa incomodidad latente.

-¡Ah, señor Lecter! -Sonance intentó sonreír con naturalidad pero era difícil mantener la compostura frente a alguien que en su mente estaba asociado con todo tipo de horrores culinarios-. No esperaba verlo por aquí.-

-Lo mismo digo -replicó él, mirando las dos cajas que ella sostenía-. ¿Dificultades para decidir?-

Sonance se sintió atrapada, pero no iba a dejar que se notara. Al fin y al cabo, esto no era un campo de batalla. O eso intentaba convencer a su cerebro.

-Bueno... estoy en un pequeño dilema. -Sonrió, intentando sonar despreocupada-. No puedo decidir entre la premezcla de arándanos y la de avena. Una opción más indulgente y la otra, bueno, la otra probablemente solo me haga sentir mejor conmigo misma.-

Hannibal observó las cajas por un momento, como si estuviera considerando seriamente la elección.

-La avena es más saludable, pero los arándanos añaden un toque de dulzura. -Sus palabras estaban cuidadosamente elegidas, y aunque Sonance sabía que él probablemente no se preocupaba en absoluto por premezclas de hot cakes, su tono hacía que la decisión pareciera casi filosófica.

«Esto es ridículo. Estoy aquí, teniendo una conversación profunda sobre hot cakes con Hannibal Lecter. Él podría estar planeando su próxima cena, y yo estoy pensando en si quiero algo dulce o no. El mundo está completamente al revés.»

-¿Qué es lo que realmente quieres? -preguntó él, y aunque la pregunta parecía sencilla, el trasfondo de su tono hizo que Sonance se congelara por un momento.

«¿Lo que realmente quiero? Umm, ¿sobre la harina o sobre la vida? Porque ambas respuestas son complicadas, amigo.»

Ella se rió ligeramente, un poco torpe, tratando de quitarle peso a la pregunta.

-Bueno, honestamente... creo que los arándanos ganan. -Levantó la caja con una sonrisa-. A veces, lo dulce es lo que más necesitamos. Aunque sea temporal.-

Hannibal asintió lentamente, como si encontrara algo más profundo en sus palabras de lo que ella misma había planeado. «¿Por qué me mira así? No soy un hot cake existencial. Sólo quiero desayunar algo decente.»

Beauty and the beast's.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora