Sonance se quedó en silencio un momento más, observando a Tequila dormir tan profundamente que casi parecía una caricatura. Su pequeño cuerpo temblaba ligeramente con cada respiración, y sus patitas se movían como si estuviera corriendo en sueños. “¿Qué soñará este pequeño ser? ¿Perseguir conejos? ¿Correr detrás de pelotas imaginarias? O tal vez, en su mente, está protegiéndome heroicamente de Hannibal Lecter. Qué tonto, pero al menos tiene sus sueños en orden.”
Se levantó con cuidado para no despertar a Tequila y caminó hacia la cocina, donde las bolsas del supermercado todavía estaban sobre la mesa. Sacó la premezcla de hot cakes, sonriendo ante la ironía. “En serio, Sonance, ¿cómo pasas de discutir especias exóticas con un asesino potencial a comprar hot cakes como si nada? Bueno, la vida es una contradicción constante, ¿no? Supongo que eso es lo que lo hace interesante.”
Mientras guardaba las cosas en los armarios, su mente no podía evitar volver al mensaje de la madre de Sonance. Había algo en la forma en que había escrito, algo en la simpleza de las palabras, que le recordaba lo mucho que debía haber sufrido esa mujer. Dejar a su hija sola, sin darse cuenta de cuánto necesitaba compañía. “Debe ser duro. Aunque no sé si lo más duro es la soledad de la niña o la ignorancia de la madre. Pero bueno, no estoy aquí para resolver los problemas emocionales de esta familia. Estoy aquí para... sobrevivir, supongo. Y no morir en manos de un vecino que podría decidir que soy su próxima comida. Pequeños detalles.”
Tequila soltó un pequeño gemido desde el sofá, y Sonance rió por lo bajo.
—Tú no tienes que preocuparte por nada, ¿verdad, Tequila? —murmuró mientras ponía la tetera al fuego para prepararse una taza de té—. Tu mundo es simple. Comes, duermes, ladras, y de vez en cuando me miras como si supieras más de lo que aparentas. ¿Será que los perros realmente entienden lo que pasa?—
“Imagina si pudieras hablar... Eso sería todo un giro de trama. 'El perro que sabía demasiado'. Pero claro, en mi caso sería 'el perro que ladraba demasiado'. Nada dramático.”
El silbido de la tetera la sacó de sus pensamientos. Vertió el agua caliente en una taza y se apoyó en la encimera, mirando por la ventana mientras soplaba el vapor. Fuera, el cielo comenzaba a teñirse de tonos anaranjados y morados, anunciando la llegada del atardecer. Sonance siempre había disfrutado de ese momento del día. Había algo calmante, casi melancólico, en la forma en que el sol se retiraba, como si el mundo mismo tomara un respiro.
“Es irónico, ¿no? Siempre pensé que en una situación como esta estaría llena de miedo y paranoia, pero en lugar de eso, aquí estoy... tomando té y contemplando la vida. Quizá Hannibal debería preocuparse más por mí. Después de todo, soy una persona que podría verlo a los ojos y simplemente decir 'gracias, pero no gracias' si intenta invitarme a cenar. O peor, ¡invitarme a cocinar con él!”
El pensamiento la hizo sonreír. “Claro, como si fuera a aceptar. Aunque... espera. Si me invitara a cocinar con él, ¿qué haría? ¿Le diría que soy una maestra en cortar vegetales? O mejor aún, ¿le demostraría cómo hacer hot cakes perfectos? Sí, Hannibal, con un giro exótico. La próxima vez que nos crucemos en el supermercado le recomendaré sirope de arce."
Mientras bebía su té, su teléfono vibró de nuevo. Esta vez, el mensaje era una actualización del viaje de trabajo de la madre de Sonance, explicando que llegaría más tarde de lo planeado. Un leve suspiro escapó de sus labios. “Es como si la soledad fuera la única constante aquí. Y ahora yo estoy al frente, en una casa que se siente más vacía de lo que debería. Pero no está tan mal. Al menos tengo a Tequila... y a Hannibal. Ah, y la premezcla para hot cakes.”
Sonrió, dándose cuenta de lo ridículo que sonaba en su propia mente. “La vida de una transmigradora definitivamente no es lo que esperaba. Pero, ¿qué puedo hacer? Estoy aquí, en este cuerpo, en esta vida, y solo puedo adaptarme. Lo que no significa que tenga que hacerlo sin humor. Si pierdo la capacidad de reírme de la situación, entonces sí estaré en problemas.”
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Beauty and the beast's.
Hayran Kurguᴴᵃⁿⁿⁱᵇᵃˡ ˢᵉʳⁱᵉˢ "Su mano relajó su puño y frotó el suelo inconsciente. Un puñado de hierba verde y húmeda se liberó del agarre castigador al qué se vieron sometidos. Sus ojos se nublaron al vislumbrar el incipiente de un arcoiris tras las nubes gri...