Capitulo 7-Suertes del destino

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"Hace diez mil años, Ganon, el cataclismo resurgió de entre las sombras dejando a su paso solo destrucción y muerte
Sin embargo, el rey de ese entonces se había preparado a conciencia para enfrentar a la amenaza que suponía su despertar, ordenando a sus más fieles subordinados la creación de cuatro armatostes mecánicos, además de varios guardianes para frenar el avance del mal encarnado

Con ayuda de las bautizadas bestias divinas, los pilotos de las cuatro razas de Hyrule que valientemente se aventuraron a pilotarlas y los guardianes, el caballero que portaba la espada que doblega a la oscuridad y la princesa por cuyas venas corre la sangre de la diosa hylia, sellaron al cataclismo, dando pie a una etapa de paz para el reino"

El rey Rhoam citaba atentamente el antiguo papiro a un hombre rubio situado a unos cuantos metros detrás suya, con temor ambos interpretaban la leyenda, que más que nada era una advertencia de lo que sucedería tarde o temprano

-El futuro es realmente incierto, y eso me aterra con creces mi estimado amigo, mi hija aún no despierta sus poderes y las bestias divinas, si bien ya fueron desenterradas, aun desconocemos su funcionamiento, y peor que eso; no hemos encontrado a aquellos que las puedan pilotear para hacer frente a ganon-la voz tranquila que habitualmente mostraba el rey flaqueaba en comparación a su carácter habitual, fruto del miedo innato del humano a lo desconocido

Su escudero y capitán de la guardia compartía la misma desconfianza, es cierto que su hijo es fuerte y también el elegido por la espada,pero ¿Como hacer frente a una amenaza milenial el solo?

Antes de seguir con su alegato el rey titubeó un poco, sentía que estaba siendo demasiado aprovechado de la nobleza de un chico que nunca conoció, sin embargo ese era el deber de ambos, salvar el reino y cuidar del mismo respectivamente, por lo que con gran dolor pidió un favor que desconcertaría en sobremanera al otro hombre

-Yo necesito a tu hijo, Lars-Esa pequeña frase dejó en shock al padre, aunque rápidamente se volvió a integrar haciendo un cuestionamiento

-Su majestad, permita mi insubordinación, pero ¿para que requiere usted a link? El cataclismo aún no comienza y creo que e demostrado haberlo entrenado bien a pesar de su corta edad, Así que no comprendo por que usted querría a mi primogénito-No permitiría que le arrebataran a su hijo así de fácil, por lo que mientras hablaba poco a poco su tono aumentó de intensidad

-Cálmate Lars-reclamó en primera instancia, callando al de la boina mientras volvía a tomar el control de la conversación-Lo necesito justamente por ser el mejor espadachín que estás tierras han visto crecer. Con su ayuda las tropas estarían más preparadas, aunque para eso tendría que mudarse al castillo-sus motivaciones no le convencieron del todo, pero era el rey y su mejor amigo,no podía contradecir su autoridad

El silencio que había entre los dos era sepulcral, siendo lo único audible en esa sala el crepitar de una pequeña chimenea, pasaron varios segundos en los que Lars meditó su respuesta hasta que finalmente se atrevió a pronunciar su deliberación

-Le entrego el servicio de mi hijo, sin embargo no soy capaz de comunicarle esto yo mismo, alteza-iba haciendo pausas entre las palabras, no estaba totalmente seguro de si eso era lo correcto, pero lo hecho hecho estaba

-Agradezco su colaboración mi querido guardia. Ahora mismo redactaré una carta que le será entregada mañana por la mañana, por lo tanto usted es libre de retirarse a descansar hasta nuevo aviso-

Apenas le fue dada la orden, el hombre se fue de la habitación con el semblante bajo y muchas dudas morales. Mientras se alejaba un apenas entendible "gracias" se escuchó de la sala que recién había abandonado

[...]

Link había visitado muchas veces el castillo de Hyrule, la mayoría de estas eran para entrenar o batirse en duelo contra los capitanes de la guardia o soldados de alto rango, haciendo gala de toda su habilidad al derrotarlos con nulo esfuerzo

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