Mi luz de luna

Capitulo 11-Daruk, el noble Goron

–Crees que sería buena idea movernos de aquí?–Señaló cierta chica pez

–¿De que hablas?–Repuso link

–Pues creo que sería mejor si conocieras más de cerca la región de los zora, solo has estado ahí una vez de forma propia–Argumentó mipha

–Tienes un punto pequeña pilla, pero no creo que sea una buena idea– se rio levemente ante la posibilidad de volver al lugar donde se conocieron–Mi trabajo es demasiado demandante, tú conoces bien mi rutina estos días

–Bueno, pero podrías conocer a mi hermanito Sidon, creo que ustedes dos se llevarían muy bien–dijo con una sonrisa ante la opción de que las dos personas más importantes de su vida convivieran juntas, sabiendo que eso haría cambiar de parecer al rubio

–Está bien, eso será el plan para la próxima semana que me toque mi descanso–finalmente lo convenció con esa última parte, quería conocer al príncipe zora y hacerla feliz a ella, solo le dejaría una carta a su padre aunque bueno, lyora no se lo perdonaría si llegaba con las manos vacías y sin una explicación

–¡Yei!–celebró alegre dada la positiva respuesta–Hay un lugar que me interesaría mostrarte, esperaré ansiosa el momento de ir–Apenas le dijo que si comenzó a hacer planes, si que quedaba claro que eso le hacía mucha ilusión

–Mañana tengo una ceremonia con la princesa en la meseta de los albores–al mencionar a la rubia la sonrisa de mipha se desdibujó levemente, casi como si su mera existencia la molestase–La verdad no se que haremos allá, pero tengo que estar si o sí. No sabes cuanto desearía quedarme contigo esta noche, pero me tengo que marchar

Ese era el punto al que quería llegar. Últimamente se le hacía mucho más difícil desapegarse de ella, no conocía el motivo, inclusive no sabía si siquiera existía uno, pero era una merma a su deber. Se puede decir que siempre estaba en un conflicto entre el deber y el querer

–Una noche espero... espero que puedas dormir conmigo–susurró dejando que sus palabras las llevara el viento y esperando que su compañero no las escuchase, para su mala suerte esto no fue así

–Yo también espero eso mipha–Apartó la mirada y ambos se pusieron colorados, ¿siquiera fue sensato hacer esa declaración? De todas maneras poco o nada importaba, pues para ambos llegó el repudiado momento de separarse

[...]

Tal y como aseguró la noche anterior, el joven tuvo que regresar pronto al castillo y despertar temprano para seguir con su rutina: desayunar, sacar y alistar a los caballos y esta vez, a pesar de que se suponía que solo sería un viaje corto, se le dieron instrucciones claras de guardar comida y demás cosas que podrían aguantar mínimo dos días

Teniendo todo listo, cargó las cosas importantes en su yegua, mientras que el equipaje de la princesa preparado por una de sus mozas lo subió en tormenta

El protocolo tuvo que repetirse con él tocando la puerta y recibiendo una mala cara matutina de la princesa, a pesar de eso debía admitir el grado de ternura que le generaba verla en pijama, una faceta suya más relajada y como algo que nunca se detuvo a pensar a profundidad; una cara suya más humana

Con su acero en la espalda y siempre detrás del caballo blanco de su alteza fue como a paso ligero llegaron a la meseta de los albores: cuna del reino de Hyrule y la civilización hyliana

Pasaron por la pequeña rampa de terracería protegida por una reja que daba al lugar
Una plaza bastante vivida y con mucho movimiento humano se reveló ante los asombrados ojos de link quien, sin contar la primera vez que vió La Ciudadela era la primera ocasión en que avistaba un asentamiento de personas tan grande y animado