Breathing

10.

Jaemin se despertó con suaves besos salpicando su hombro. Gimió y se dio
la vuelta para ver que todavía estaba oscuro afuera. Cuando miró el reloj digital de la mesita de noche de Jeno, era cerca de la medianoche.

— ¿Por qué me despiertas? — Jaemin se estiró, amando el ardor de sus músculos. Se acurrucó más cerca de Jeno mientras cerraba los ojos — Cinco minutos más.

Jeno se rió entre dientes contra su piel — No te voy a despertar para la
escuela, Jaemin.

— ¿Te he dicho que me encanta cuando dices mi nombre? — Jaemin se volvió hacia Jeno y se preguntó si el chico sabía lo sexy que era. Esos hermosos ojos color chocolate brillaron cuando su pareja le sonrió.

— No podía seguir acostado aquí con un chico tan sexy a mi lado — Jeno movió las cejas — Solo tengo que tocarte.

Jaemin se quedó sin aliento cuando Jeno se llevó la mano al estómago y abrió los dedos. Trató de no pensar en estar embarazado, pero cuando Jeno lo miró de esa manera, con su mano presionada contra el estómago de Jaemin, todo lo que vio fue su futuro juntos y la familia que formarían.

— Entonces toca — Jaemin deslizó su brazo sobre el costado de Jeno — Toca donde quieras.

— Creo que he creado un monstruo — Jeno se acurrucó alrededor de Jaemin, colocándolo sobre su espalda, pero Jaemin se sentía juguetón y tenía otros planes.

Su polla estaba tan dura que estaba muy seguro de que toda la sangre de su cuerpo se había acumulado en su ingle. Jeno apartó las mantas, revelando un cuerpo duro y musculoso que estaba hecho para lamer. Se tomó un momento para permitirse apreciar la pura belleza masculina del hombre. Había visto a Jeno desnudo antes y Jaemin no se refería a la primera vez que habían tenido sexo. Jeno no tenía vergüenza cuando se trataba de su desnudez y no había pensado dos veces antes de cambiarse frente a Jaemin cuando estaban creciendo.

¿Cuántas noches había pasado Jaemin despierto soñando con lo que Jeno le haría? Había sido una dulce tortura durante tantos años. Pero ahora Jeno era suyo y Jaemin podía comerse con los ojos su cuerpo cuando quisiera.

— Acuéstate sobre tu espalda — instruyó Jaemin. Con una ceja arqueada, Jeno hizo lo que Jaemin exigió.

Jaemin se dio la vuelta para acomodarse entre las piernas de Jeno, deslizando sus manos por las piernas peludas del hombre, rastrillando sus uñas detrás de las rodillas de Jeno y fue recompensado con un fuerte estremecimiento. Los ojos oscuros de Jeno se tornaron ardientes mientras miraba a Jaemin.

— Te ves tan jodidamente bien entre mis piernas.

Tomando una respiración profunda, agarró la base, atrajo la erección de Jeno hacia su boca y separó los labios, succionando la suave y esponjosa cabeza.

— ¡Ah! — Jeno echó la cabeza hacia atrás, sus manos se cerraron en puños a los costados mientras Jaemin lamía y chupaba.

Jaemin puso todo lo que tenía en lo que estaba haciendo. Chupó con fuerza, apretando sus manos sobre los tensos músculos de los muslos de Jeno. Le encantaba el sabor de su mejor amigo, sus suaves ruidos y el olor almizclado que invadía sus pulmones. Puede que no sea un experto a la hora de hacer mamadas, pero Jeno no protestó. Parecía amar todo lo que Jaemin le hacía y eso fue un gran golpe para su ego. Jaemin miró hacia arriba para ver los tendones del cuello de Jeno sobresaliendo. Se tragó las abrumadoras sensaciones que amenazaban con romper su control mientras giraba su lengua alrededor de la cabeza agrandada, sonriendo para sí mismo ante los gruñidos de cavernícola que Jeno estaba haciendo.

Cuando Jeno lo miró, Jaemin se sintió marcado por el puro calor en los ojos del hombre. Solo ver a Jeno mirarlo de esa manera envió un relámpago a través de su torrente sanguíneo como una caricia acalorada. Jeno se echó hacia atrás, su respiración entrecortada. Jaemin sabía que su pareja estaba a punto de correrse y quería probar su semilla en su boca — ¿Hice algo mal?