Un toque primaveral se hizo presente en mi nariz. Un sol precioso en su punto más alto sin la compañía de nubes. Flores que se mecían en el viento. Una manta sobre el pasto verde brillos y una persona acostada en mis piernas.
Es persona de cabello castaño me molestaba. No me parecía correcta su imagen allí. No la quería volver a ver, ya no quería pensar en ella.
—Esto debería ser el fin —pronuncié empujándola.
—¿Por qué? —me preguntó mirándome con arrogancia.
Yo debería ser el arrogante, sin embargo no tengo ganas.
—Porque ya lo sé, me di cuenta tarde pero debo dejarte ir para siempre —el ambiente era contradictorio a la situación y más la expresión que ella puso—. Me aferré a ti porque sentía que me entendías, que eras mi lugar seguro. Fui una mierda contigo así como tú lo fuiste conmigo —me levanté mirando un árbol a lo lejos—. Me dejaste a merced de mi soledad y desesperación más de una vez, sabía muy profundamente que esas cosas sobre mí te excitaban. A mí no.
—No sabes lo que dices —replicó ella.
—No lo sabía —le sonreí y comencé a caminar lentamente hacia aquel árbol—. Pasé un infierno por un loco y no voy a justificar nada de lo que me hicieron ustedes. Sin embargo, sé que me gusta un poco el dolor pero solo si en ese dolor alguien me mima —reí cansado—. Te agradezco solo eso.
—¡Quizás no duren nada! ¡No se conocen realmente! —exclamó levantándose rápido y tomando mi mano.
Le sonreí suavemente, debajo de aquel árbol había una joven de pelo negro que parecía estar dormida. No me gusta la fantasía pero podía compararla con un hada, un hada que transmitía un calidez con solo verla.
—Cierto, Doona, no nos conocemos. Quizás mi personalidad mezquina o su hiperactividad choquen, pero quiero intentarlo. Aprendí algo con el loco maldito de Cha, quiero ser tratado como un ser humano y ella me ve como uno. Si no me arriesgo no sabré si será un futuro brillante —saqué su mano—. Adiós, Doona, si nos volvemos a ver, espero que sientas envidia de la persona que es ella y de la persona que quiero ser.
Corrí rápidamente hacia el árbol sin mirar atrás. Parece ser que mis pasos la despertaron. Extendió sus brazos hacia mí y tomé ese gesto para acercarme a ella y alzarla. Tomé su cintura a la vez que sentía sus rodillas en mis caderas.
—Hmg~ —escuché en mi oído.
—¿Eh? —pestañe un par de veces.
—¿Eh? Ja, ja, ja —un beso interrumpió la risa—. Good morning, Min.
—¿Ah? —entreabrí los ojos—. Ah, buenos días —saqué mis manos de su cintura en cuanto me percate que la tenía entre mis brazos.
—Me abrazaste tan tiernamente que no pude evitar querer estar más cerca. ¿Soñaste algo bonito?
Asentí y sonreí con dulzura. Nunca en mi vida fui tan feliz de manera constante hasta llegar aquí. Si bien tengo terror al mañana solo si el loco me encuentra, saber que ella me toma de la mano y me mantiene seguro aquí me deja una paz interna.
"Quiero estar entre sus brazos".
Quería seguir acostado con ella pero la alarma del celular sonó tan solo dos minutos después. Nos levantamos juntos y fuimos directo a cada baño. Sabíamos que teníamos una hora antes que llegue Eun Woo y la señora Lee.

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SB: Diente de León
Fanfiction/Side Story: Capítulo 10/ Ese bastardo, ese maldito bastardo se distrajo, necesito escapar. Quiero huir de esta pesadilla, de este trato estúpido que solo me hizo ser un trapo. Comencé a correr desesperado, alejarme de ese psicópata hacia que aquel...