Bajé las escaleras sin saber bien dónde ir, no quería tomar el ascensor ya que no sabía dónde podría aparecer ese maldito. El miedo me carcomía por dentro, la desesperación de huir de ese bastardo me ahogaba en cada paso que daba. No podía ver ni sentir nada más que dolor en mi tobillo derecho y mi taquicardia.
"¿Cuándo empezó a ir todo mal? ¿Por qué me entregué a un psicópata? ¿Por qué soy yo el problema?" esas preguntas me invadían y posibles respuestas surgían debilitándome, sentía cómo es línea de cordura quería aferrarse a la esperanza que se iba acabando mientras chocaba contra las personas que se interpusieron en mi camino hacia mi libertad. Intenté empujar dando manotazos, escuchando vagos insultos de parte de la multitud que solo me atrasaba aún más. Fuerzas negativas tiraban de mi poca cordura.
A lo lejos escuché mi nombre en un grito. Mi corazón se alteró y me apresuré perdiendo el aliento y la fuerza en cada puto paso.
Una mano tomó con fuerza mi brazo logrando desestabilizarme en un segundo. Mi corazón alterado se paró en ese mismo instante y un sudor frío recorrió mi espalda. No quería ver la cara de ese sujeto, no quería sufrir más...
—Hey —una voz fuerte y femenina resonó en mis oídos—. Tiraste mi celular.
Escuché sus palabras pero no podía reaccionar, por alguna razón que no quiero entender, mis ojos comenzaron a inundarse de lágrimas.
—¿No me escuchaste? —en mi vista surgió la figura de una mujer de la que solo pude distinguir su cabello negro corto. El silencio entre ambos surgió en unos segundos—. Oye... —habló sonando preocupada, se agachó para tomar lo que supongo que era su teléfono, se quedó quieta un instante y volvió a jalarme del brazo—. Tu pie... Te debe doler mucho, ¿no? —en su tono se mostró una preocupación que logró que un nudo se formara en mi garganta
—S-si... —mi voz entrecortada me hizo sentir débil nuevamente. Aunque siendo sincero ya me acostumbre a esta miseria.
—Ven, vamos al hospital —dijo manteniendo ese tono empático que solo me hería más. Le negué con la cabeza, no me queda tiempo para escapar, no podía perder el tiempo e intenté soltarme de su agarre—. Insisto. Se ve muy doloroso, por favor, te llevaré yo —me jaló sacándome de la multitud, quitándome el saco azul que yo tenía y colocándome su gabardina—. Estás todo sudado y está muy fresco afuera...
Siguió hablando mientras mis ojos ya estaban lagrimeando un poco. Me dejé llevar por ella rogando que me sacará de allí lo más pronto posible. Atravesamos la gran puerta de entrada y nos dirigimos hacia el estacionamiento. El miedo irracional de ser atrapado por Wookyung se reflejaba en mi cuerpo. A este punto las lágrimas solo brotaban enérgicamente de mis ojos. La gente murmuraba palabras inentendibles para mí. La mujer no soltaba mi brazo y me guiaba con seguridad. Escuché el sonido de desbloqueo de un auto que parecía estar cerca. Caminamos aproximadamente unos veinte pasos y ella me abrió la puerta.
—Siéntate —me ordenó suavemente apoyando su mano en mi espalda. Obedecí asintiendo y sentándome en el asiento del copiloto. Ella dio la vuelta y se sentó a mi lado, cerró la puerta y activó el cierre centralizado—. Toma —me tendió un pañuelo el cual agarré con ansiedad. Arrancó el auto y condujo—. ¿Tienes algún hospital de algún seguro afiliado? —negué rápidamente—. Mm... Está bien, vamos a cualquiera.
—Gracias —hablé y dejé salir las lágrimas hasta poder desahogarme—. Yo... Sobre tu celular...
—No te preocupes —me interrumpió—. Es mi culpa por no ver que estabas herido —dejó un breve silencio para retomar—, pero si tenías esas vendas, ¿por qué estabas corriendo? ¿Pasó algo? ¿Robaste algo? Oh... Si robaste... ¡¿Soy cómplice?! —se alteró en solo un segundo.

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SB: Diente de León
Fanfic/Side Story: Capítulo 10/ Ese bastardo, ese maldito bastardo se distrajo, necesito escapar. Quiero huir de esta pesadilla, de este trato estúpido que solo me hizo ser un trapo. Comencé a correr desesperado, alejarme de ese psicópata hacia que aquel...